Vaya dos días de intensidad rojiblanca. Empate en Mallorca y Asamblea en el Euskalduna. Lo curioso del asunto es que al final en ninguno de los dos eventos se ganó. En el césped de Son Moix, un empate que supo a poco por cómo se dio, y en la reunión de socios, ni la directiva ni los compromisarios pueden decir que acabaron plenamente satisfechos. No voy a mezclar temas, así que empezaremos por lo que a más gente interesa, el partido. Empate sin goles y con un futbolista más durante muchos minutos del encuentro.

No voy a arrancar con aquello de que el Athletic no sabe jugar contra diez. Me niego, es una bobada. Esto no va de historia, va de jugadores. En un partido que pasó algo similar hace años, prácticamente no había ni uno de los que el lunes estaban en el verde. Así que no podemos establecer un patrón común para todos los casos. En Mallorca, el equipo no supo superar al rival pese a estar en superioridad y esto se debió a que faltó frescura, acierto y, sobre todo, claridad de ideas. Fue un partido plano que no lo arreglaron esta vez los de casi siempre. Este dato es el que no quieren ver los que de repente entienden que el Athletic es un súper equipo. Es un buen equipo que algunas veces, si los Williams y Sancet están muy acertados, se convierte en un muy buen equipo.

Hay que disfrutar de este grupo de futbolistas entendiendo que van a tener momentos y encuentros como ante los de Jagoba Arrasate, un buen conjunto, por cierto. Esta temporada, más aún, que juega en diferentes competiciones y hay que estar muy concentrado y aplicar un mayor esfuerzo cada pocos días. Estamos ante un escenario distinto que, además, en los últimos años no hemos visto. Hay que sumar a todo lo dicho que cada vez el fútbol es más físico y lo estamos comprobando en cada choque. La liga en estas primeras jornadas es más dura que las anteriores en este concepto.

En lo que seguro estamos de acuerdo es en que fue una oportunidad perdida, pero por cómo se dieron los acontecimientos. En la isla, de saque, un punto era bueno, sumar fuera siempre es positivo, la pena es que no se aprovechó el regalo de Samu Costa con su expulsión. Ni en el mejor de los guiones pensábamos que iba a ocurrir algo de eso. El partido ahí cambió, vimos al Mallorca de Aguirre y no al de Jagoba.

En lo referente a la Asamblea, nada nuevo bajo el sol. Para cualquier directiva es un trago pese a que esta daba la sensación de que iba a ser un paseo. El caso es que al final lo que queda claro es que los compromisarios aprueban la gestión y los números, pero en lo social le tiran de las orejas a la Junta. Lo que dicen algunos de falta de sensibilidad. Es aquí donde los gestores pierden un poco el ritmo de la calle, olvidan que el Athletic es distinto para todos. 

Para mí, en muchas cuestiones, lo están haciendo muy bien, pero a veces da la sensación de que este Athletic es gracias a ellos, solo ellos. Entiendo que trabajan a tope para que el club sea cada día mejor, pero no está mal acordarse del trabajo previo de otros que ellos han heredado, sobre todo en lo deportivo. Dicho esto, seguro que con los años en el cargo se van dando cuenta de lo importante que es ser generoso en estos aspectos.