NI dramas, ni lecturas tremendistas, ni nada de nada. Derbi perdido, resultado abultado, tampoco fue para tanto y a otra cosa mariposa. El resumen de lo acontecido en Anoeta da para múltiples lecturas, pero el marcador hace que simplifiquemos mucho el análisis de un choque en el que, en líneas generales, la Real Sociedad fue mejor por algo básico en el fútbol, marcó cuanto tuvo la oportunidad y dio la sensación de dominar el juego más que el Athletic.

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El Real Sociedad - Athletic, en imágenes Borja Guerrero | Ruben Plaza

No le gusta a Ernesto Valverde hablar de las ausencias, pero cuando la mayoría de tus bajas se localizan en una parte del campo, entonces es obligado recurrir a ello. Sin Galarreta, Sancet y Vesga en el once, los rojiblancos pierden ese eje de creación y contención que tan buenos resultados le ha dado al equipo en los primeros partidos de la temporada. El fútbol rojiblanco pasa por sus pies y las bandas agradecen el suministro de pelota desde esos nombres. El hándicap era importante y se notó. Enfrente, además, no tenía un rival cualquiera, un equipo que juega la Champions League y que maneja en esa parcela muy bien la pelota.

En estos partidos, más que en otros, los detalles son muy importantes. Decía Iker Muniain que la tensión podía y los nervios entraban en juego por aquello de ver las gradas con ese grado de efusividad. Si algo queda claro es que a los futbolistas locales no les temblaron las piernas a la hora de pulverizar la meta de Unai Simón, a los visitantes, sí. La pegada fue determinante y, además, en los momentos claves. Tampoco hay que volverse locos.

En otros enfrentamientos de esta campaña, la cosa ha sido distinta. El Athletic ha gozado de bastante acierto e incluso en partidos en los que se han sumado tres puntos hemos destacado la figura del portero. Es más, creo que en las siete jornadas precedentes la puntería ha estado afinadísima. Si hablamos de los goles encajados, es cierto que en los dos últimos partidos te han metido cinco goles, pero se venía de cuatro porterías a cero. Aún no se ha cumplido un tercio del campeonato y todo el mundo está ajustando detalles. Hay que estar tranquilos.

Independientemente de las bajas por lesión o problemas de sanción, sí creo que Valverde debe darle una vuelta a la utilización de futbolistas. Tres partidos en nueve días y salvo por obligación, pocas modificaciones. Elige y manda, pero la competición exige mayor rotación. La temporada pasada todos recordamos cómo acabó el equipo y entiendo que por ahí se perdieron las opciones de entrar en Europa. Él es quien mejor conoce su vestuario, no estaría mal darle una vueltecilla al asunto en cuestión.

Esto no para y el viernes hay partido en San Mamés. Una oportunidad para volver a ganar ante un rival que ha cambiado al entrenador. Es de esos días en que hay obligatoriedad por vencer. Cero dudas ante la superioridad de los leones ante el Almería. A priori es así y hay que decirlo, otra cosa es que luego el balón pone a cada uno en su sitio. Regresará Oihan Sancet y Nico Williams estará, seguro, con mejores sensaciones. Después llegará otro parón y hay que marchar al mismo con buenas sensaciones. Eso solo se consigue ganando, hacedlo.