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Erredakziotik

Sandra Atutxa

Coordinadora Multiplataforma

Menos móvil, más infancia

En una era en la que los menores aprenden a deslizar una pantalla antes de atarse los cordones, cualquier noticia que nos aleje del abuso digital infantil merece celebrarse. Por eso, sorprende —y alivia— saber que, según un reciente estudio, los niños y niñas de Euskadi están entre los que menos tiempo pasan frente a las pantallas. Un dato que, lejos de ser casual, responde a un esfuerzo colectivo: familias implicadas, centros educativos comprometidos y una creciente conciencia social sobre el impacto de la tecnología en el desarrollo de la infancia. El desafío no es menor. Los móviles han colonizado todos los rincones de la vida cotidiana, y hacerlo compatible con una educación equilibrada exige valentía y también creatividad. En este contexto, el 85% de los colegios de Primaria en Euskadi tienen prohibido el uso de móviles y relojes inteligentes en las aulas. Un ejemplo claro de innovación en esta línea es el del colegio Askartza, en Leioa, que dio un paso pionero en Euskadi al implantar el sistema Yondr. En algo tan sencillo —y eficaz— como obligar a que cada alumno introduzca su móvil y smartwatch en una funda que se sella al inicio de la jornada con un cierre magnético, como los de seguridad en las tiendas. La clave está en educar en el uso y también en el no uso. Pasos como este no resolverán por sí solos el problema del uso precoz y excesivo de los dispositivos, pero son un modelo de lo que sí se puede hacer. Porque cada hora sin móvil en la infancia no es una renuncia: es una inversión.