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MESA DE REDACCIÓN

Asier Diez Mon

Huella digital

Cada vez que se cruza la puerta de internet se accede a una dimensión paralela en la que pululan datos reales, falsos y a medio camino de ambos. El caso es que todos tienen en definitiva el mismo valor: generan una reacción en el lector y, en ocasiones, pasan a formar parte de su conocimiento para bien o para mal. Es decir, para mejorar su forma de ser o para envenenar su raciocinio. Habría que preguntarse el motivo por el que se entra en el mundo digital. ¿Por diversión? ¿Para estar informado? ¿Por cuestiones de trabajo? ¿Para realizar trámites administrativos?... Y no olvidar nunca que el 90% de la información es más falsa que un Rolex del rastro. Hay que moverse con mil ojos, más desde que la inteligencia artificial guía los resultados de las búsquedas y los artículos relacionados que completan las informaciones de los periódicos on line. Por ejemplo, si se busca en Google Bob Marley la segunda sugerencia del apartado Más preguntas es ¿Cuántos piojos tenía Bob Marley cuando murió? Información de calidad. Hace unas semanas en la página web de un periódico reconocido por la calidad de su versión en papel encontré un artículo en el que se explicaba el motivo por el que David Lynch (QEPD) se negaba a jubilarse. Y las web de la prensa deportiva, muy consultadas por los adolescentes, están llenas de contenidos sexualizados. Como para no estar preocupados por la huella digital.