El Cecopi que se reunió el 29-O entraña más misterios que el cónclave del Vaticano. Lo dice la jueza que investiga la dana: “Parece que el Cecopi era una burbuja aislada del mundo exterior”. Hermetismo, intrigas, mentiras y cintas de vídeo. Prelados (asesores) conjurados para blindar a Mazón, oscurantismo con el fundido a negro de las retransmisiones de la reunión, retraso de la fumata blanca y alertas perdidas por la chimenea. El camarlengo, a la sazón Salomé Pradas, encargada de organizar el cotarro, sin tener ni idea de emergencias. Si cuando aceptó el puesto, en lugar de mirar cuánto cobraba, hubiera mirado las funciones y responsabilidades... El decano del Colegio Cardenalicio, de sobremesa en el Ventorro, con los barrancos con más caudal que el Amazonas. Mientras, los cardenales, es decir, la marabunta de funcionarios asistentes de miranda, haciendo oídos sordos a las 19.000 llamadas al 112. El auto de la jueza refuerza a Mazón como el mejor president, con permiso de Zaplana, claro está (léase con ironía). ¡Si es que donde Feijóo pone el ojo! Veremos lo que votan los valencianos. Pero igual la Jessica de Mazón le cuesta al PP las generales de 2027. Aunque tampoco sería de extrañar que repitiesen. ¿Se acuerdan de aquellos hilillos de plastilina que vio cierto registrador de la propiedad que se hizo con el Papado? clago@deia.eus
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