La Academia de la Lengua lo considera un término en desuso, pero hubo un tiempo en que definiciones del diccionario arrancaban con un Dícese que inyectaba pomposidad y brillo a las palabras. Aprovechando la ola de la gabarra, a los que velan por el idioma les sugiero, por paralelismo fonético, que desempolven el dícese y acuñen una expresión: Sacar la Gamarra, para exteriorizar el hastío por la llegada de cruzados de los partidos que pastan básicamente en Madrid y solo se acuerdan de provincias en época electoral. El Partido Popular abrió su campaña al Parlamento Vasco con un visita de Cuca Gamarra, tal vez porque su apellido de origen alavés y además la secretaria general del PP estudió en la Universidad de Deusto, aunque como buena riojana de derechas es adalid de los ataques a los “privilegios” de Euskadi. Fue la encargada de abrir fuego por parte del personal del otro lado de Pancorbo. Después han llegado Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y hasta Pablo Iglesias con una camiseta que se habrían puesto Nicolás Redondo Terreros y Jaime Mayor Oreja en la campaña electoral de 2001, que será recordada por la cara que se les quedó con los resultados a los líderes de ambos partidos tanto en su demarcación regional como en la nacional, que dicen. ¿Dónde han estado los últimos cuatro años estos que vienen en la Gamarra? ¿Qué nos vienen a contar?, podríamos preguntarnos los vascos cuando llegan en vista del éxito de nuestro autogobierno.