ESTOS días se rueda en Bilbao la película No puedo vivir sin ti, de Santiago Requejo, protagonizada por Paz Vega y Adrián Suar. El filme surge del concepto Nomofobia (No Mobile Fobia Phone), que significa el miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono móvil y que cada vez afecta a más personas en nuestra sociedad. Porque la mayoría de los adultos, sea por trabajo o por placer, padecemos una dependencia patológica al uso de los smartphone; solo algunos como Elton John o Tom Cruise confiesan abiertamente que no lo usan (algo muy difícil de creer). Vivimos en la era del Darwinismo digital, la forma en la que nos comunicamos, aprendemos y hacemos negocios ha cambiado por completo gracias a estas pequeñas herramientas, que ahora se han arraigado en nuestra vida diaria. Privar a los niños y niñas de los móviles o de los ordenadores es convertirles en analfabetos digitales. Durante estos días estamos viviendo un auténtico tsunami para retrasar la edad del primer móvil, pero este no es el enemigo. Lo importante es la educación y eso sí que lleva trabajo. No podemos negárselo y luego pasarnos todo el día colgados a él. Conozco familias que no se lo dan a sus hijos hasta que estos cumplen 14 años, mientras ellos no levantan el pulgar del dispositivo electrónico durante todo el día. Dar ejemplo es la mejor manera de educar.

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