ODA sociedad necesita culpables. Están los adivinos, bautizados "capitanes a posteriori", todo lo vieron venir, por la televisión, claro. Están los videntes del futuro, como la lejía, y nos anuncian un secarral económico y otro drama social. Pero siempre acaban eclosionando aquellos que culpan de todos los males al extranjero, al de fuera, al que vino o y nos trajo lo mismo a toda la parentela que un virus en la boca y en las manos. El Covid no debió volar en ningún caso en first class o asientos premium por negocios o turismo, al fin y al cabo, siempre está detrás de los pobres y los migrantes como discurso y que ahora la pandemia ha impulsado con fuerza. Nada sorprende. Son culpables de la falta de trabajo, de no trabajar y cobrar, del aumento de la violencia y además propagan virus respiratorios por el mundo, total, deben de ser los que más viajan, qué importa el porqué. Pero no, no sorprende que ahora el racista escondido se exprese con todas las letras buscando culpables, ya lo hacía antes, en voz baja, y ahora el miedo le hace perder su escaso sentido común. Siempre hay culpables porque hace semanas la soberbia nos decía que aquello era una cosa de chinos, por el medio hasta médicos franceses propusieron probar la futura vacuna en África y en el futuro serán los chivos expiatorios de siempre los que sufrirán las mayores desigualdades. Por culpables.

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