eS lo que tiene hacer encuestas preelectorales para conocer la intención de voto de la ciudadanía. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado esta semana la suya tras realizar entrevistas a 14.000 personas de todo tipo y condición a lo largo y ancho de la geografía estatal. Se supone que es la biblia de las predicciones. No solo por el número de participantes en el trabajo sino también por las más de cien variantes incluidas en la realización del baremo. Y, sin embargo, el presidente del CIS, José Félix Tezanos, se apresuró a aclarar que lo que reflejaba el estudio no era totalmente cierto. Para empezar, apuntó que la encuesta fue realizada del 1 al 18 de marzo, cuarenta días antes de las elecciones generales, cuando todavía había muchos indecisos. También restó importancia a la fuerte bajada del Partido Popular, “porque no acabo de ver que haya caído tanto” y realizó un vaticinio preocupante: “Tengo la impresión de que Vox puede sacar más de lo que dice la encuesta”. Lo que sí se aventuró a vaticinar Tezanos es que el último domingo de abril podemos asistir a unas elecciones históricas, con una participación que, según sus cálculos, “puede superar el 80%”, ya que estamos ante “unas elecciones muy gordas”, similares a las de 1979. Y todo esto lo dijo Tezanos tras haber sido acusado por la derecha de cocinar los datos para favorecer a la izquierda. Es lo que se llama credibilidad.

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