EN este 2017 recién estrenado se cumplen 40 años del nacimiento de DEIA, el primer periódico vasco que salió a la calle tras la muerte del dictador Francisco Franco y que desde entonces se mantiene fiel a su cita diaria con las decenas de miles de personas que tienen a este diario como su referencia informativa, de opinión y de interpretación y presentación de los hechos socialmente relevantes de Euskadi y del mundo. DEIA ha sido desde sus inicios un proyecto pionero, surgido gracias al impulso de miles de suscriptores que eligieron tener su propio medio centrado en la visión de Euskadi y del mundo desde la sensibilidad propia, la identificación con la cultura y la especificidad social vasca y generado a partir de las prioridades, inquietudes y necesidades de la ciudadanía de este país, sin complejos, sin imposiciones ajenas y sin concesiones a quienes, incluso desde el ejercicio de la amenaza o la violencia de las armas, querían implantar ideas o proyectos por la fuerza.

EN un momento en el que se sintió la necesidad de canalizar esa inquietud, cuando el proceso hacia la democracia avanzaba aún entre un mar de incertidumbres, miles de ciudadanos anónimos dieron un paso adelante para disponer de un medio de sensibilidad vasquista, vocación de proyectar la realidad nacional de Euskadi y que era heredero, a su vez, de una tradición social y comunicativa centenaria y genuinamente vasca que los años de acoso de la dictadura no fueron capaces de diluir. Los primeros 40 años del proyecto que encarna DEIA han sido emocionantes y han permitido al diario ser testigo de la profunda transformación de la sociedad vasca y la vizcaina en particular y de plasmarlo y trasladarlo a la sociedad a la que sirve, contando, analizando y apoyando sus retos económicos, sus apuestas por el autogobierno y la gestión propia de sus recursos a través del sistema bilateral de pacto y concertación convertido en piedra angular de la acción ejecutiva del país mediante las fórmulas de Concierto y Cupo que han dado como fruto el desarrollo de un modelo de bienestar sin parangón en nuestro entorno. Pero narrando también, sufriendo y enfrentándose junto con la propia sociedad vasca, a los difíciles años de la violencia sangrienta que han dejado profundas heridas aún por curar. Con ilusión renovada cuatro décadas después, DEIA, junto con el resto de medios del Grupo Noticias del que forma parte, se proyecta hacia el futuro, como la propia sociedad, en un entorno cambiante también para quienes entendemos la información como un servicio a nuestros lectores. Sacrificando a veces la tan socorrida información-espectáculo o la improvisada velocidad con la que los medios tecnológicos y las redes sociales difunden noticias cuya vigencia muere con el primer contraste. DEIA refuerza su compromiso con una información contrastada tanto en papel como en la edición digital que se actualiza permanentemente, sin renunciar al rigor, y mediante la que interactúa con la sociedad acogiendo sus opiniones, críticas y aportaciones. Encaramos, pues, el desafío de seguir llegando cada día a los lectores con una mirada sincera y reconocible para ellos. Con la voluntad de interpretar esa realidad desde una perspectiva comprometida con valores democráticos fundamentales y una sensibilidad social que prima el progreso del país y de sus gentes, la convivencia entre diferentes y la reivindicación de lo nuestro con un talante abierto a todas las opiniones que son parte de nuestra sociedad.

CON motivo de este aniversario, además de la celebración de diversos actos conmemorativos que tendrán lugar a lo largo del año, a partir de hoy la cabecera de DEIA llevará un logotipo creado al efecto mediante el que se unen pasado y futuro, reivindicándonos en el emblema que ha sido desde el principio un referente reconocible para nuestros lectores, el célebre caballito de DEIA, símbolo ancestral de la comunicación extraido de una antigua kutxa. Por los próximos 40 años de DEIA.