Viento Sur

El insaciable lobby de los entes privados, UTECA, sostiene que la futura ley "condena a las televisiones en abierto a competir en inferioridad de condiciones con gigantes digitales de dimensión internacional". Hay que ser embusteros. Fíjense que Mediaset y Atresmedia son de propiedad italiana, una del monstruoso Silvio Berlusconi y la otra del conglomerado De Agostini. La vicepresidenta Nadia Calviño, hija de José María Calviño, aquel guerrista que gobernó RTVE como un cortijo en los ochenta, les va a otorgar una desregulación publicitaria que saturará de anuncios las horas de mayor audiencia. Es una agresión.

Lo de los socialistas con la tele pública es de traca. Si la vice de Zapatero, Teresa Fernández de la Vega, la hundió amputándole la publicidad y obsequiando así a los canales comerciales casi 5.000 millones de euros en lo que va de década, la vice de Sánchez va camino de llevar el duopolio Telecinco-Antena3 a su máximo histórico de dominio. Visto así, todas las televisiones son del Gobierno.