EL colegiado andaluz, en líneas generales, llevó bien el partido. Es importante destacar que un derbi es diferente, siempre hay fricciones y entradas fuertes, pero entre nuestros equipos el juego suele ser noble. Así ocurrió ayer a la hora de comer en el Reale Arena. Munuera Montero aguantó la primera parte sin sacar ninguna tarjeta y acertó en el segundo acto, cuando mostró dos a la vez a Capa y Portu por un encontronazo que no venía a cuento. También me parece correcta la amonestación a Dani García, que sospecho que la buscó para cumplir el ciclo y descansar por sanción el próximo domingo ante Osasuna. En cuanto a la tarjeta roja que vio Muniain por una dura entrada a Oyarzabal, poco hay que decir, porque la acción fue muy dura y a destiempo. El que se quedó sin ver una amarilla merecida fue Zaldua. A Munuera Montero le faltó poso de árbitro veterano para marcar él los tiempos del derbi. Y lo demostró al no dejar sacar el córner al Athletic en la última jugada del encuentro ya con el tiempo cumplido. Siempre hay motivos para alargar el partido.