La ciudadanía nos ha trasladado su voluntad. Yo, personalmente, no la esperaba, no de esta manera, al menos. Son muchos los votos que hemos dejado en el camino. Nuestro propio presidente lo ha dicho claramente: “tomamos buena nota”. Y así debe ser.

Nuestro partido lleva muchos años gobernando. Esto implica tomar decisiones que no gustan a todos, decisiones que, en muchos casos, no se han tomado por gusto en los últimos años y que no han sido bien recibidas por la ciudadanía, pero había que tomarlas. No obstante, no creo que ello por sí solo explique la sangría de votos que hemos sufrido.

Nuestro presidente hace ya varios años apuntó que podemos comparar al electorado con la audiencia de televisión. Cuando un telespectador está viendo un programa que no le gusta, puede tomar dos decisiones: cambiar de programa o apagar el televisor. ¿El electorado del Partido ha apagado el televisor, es decir, se ha quedado en casa, o también ha habido quien ha cambiado de canal, es decir, ha votado a otro partido? No soy sociólogo, pero me da la impresión de que esta vez se han producido los dos casos.

En la política, como en todos los demás órdenes de la vida, hay que actuar en función de las circunstancias, pero sin olvidar cuáles son nuestros principios, nuestras características y nuestros modos de actuar: inspirarnos en nuestros valores centenarios sin renunciar a la actuación indicada por cada circunstancia del momento, y no olvidarnos de que gobernar no es solo tomar decisiones “técnicas”. Si solo nos importa la decisión más adecuada “técnicamente” hablando, ¿qué nos diferencia del resto? Para eso, ya hay muchos originales.

Está bien realizar encuestas para conocer la opinión de la ciudadanía, pero estas encuestas no deben ser las guías de nuestra actuación política, dichas guías deben ser nuestros principios centenarios, reformulados como hemos hecho hasta ahora, pero sin abandonarlos de nuestros corazones y nuestras cabezas, estando de verdad cerca de las personas que conforman nuestro hermoso país: “estilo PNV”.

Parece que esté hablando de una debacle, cuando somos el partido más votado en la Comunidad Autónoma de Euskadi. En el Partido estamos acostumbrados a ganar de calle, pero también tenemos que estar preparados para situaciones como esta o incluso peores. Nos podemos equivocar, de hecho nos hemos equivocado en más de una ocasión y volveremos a equivocarnos (errare humanum est), eso es inevitable. No obstante, lo que sí tenemos que hacer es ver la situación, entenderla, interpretarla y tomar medidas para revertirla. Hay que despertar. Para ello, la mejor medicina es la espabilina.

Como ha dicho nuestro presidente, hemos tomado buena nota de la voluntad de la ciudadanía vasca; ahora nos toca reflexionar en todos los ámbitos del Partido con mesura, teniendo en mente cuáles son los principios que nos han traído hasta aquí, y no olvidándonos jamás del lema de Sabino Arana: “Bizkaia para el Partido, el Partido para Euzkadi”.