PARTIDO plácido, cómodo. Encuentro sin batalla, el Huesca no quiso. Entre las prioridades del equipo oscense no está la Copa y a fe que lo demostraron. El Athletic sí que quiere disfrutar de la competición y la seriedad con la que se tomó el encuentro se apreció desde el once inicial. Berizzo, lesiones aparte, ha confiado su futuro en un grupo de jugadores concreto y va con ellos a todo. El argentino tiene claro quiénes van a jugar, no tanto el modo. El primer asalto copero poco o nada nos dice de un estilo u otro. El partido se resolvió a balón parado. Por cierto, una suerte del fútbol que el equipo rojiblanco aprovecha en muy pocas ocasiones.
Hablar de si lo de la Copa puede tener continuación en el Ciutat de València es especular en demasía. El equipo puede ser similar pero delante habrá un rival con tensión y con ganas de ganar. Es así de fácil, el Huesca no quiso, no creyó y no apostó por esto en ningún momento. Mal haríamos si valoramos la victoria por cuatro goles como un punto de inflexión en la racha de los leones. La batalla del próximo lunes no va a tener nada que ver con lo visto hace un día y o se sale muy enchufado o vuelta a las andadas. Es el gran test para el Athletic y una auténtica final para el técnico.
Sí quiero ver cosas positivas en lo individual. Aduriz marca, es delantero centro, en casa fundamental. Williams, el mejor, desbordó por la banda, su lugar, demostró que es un puñal por esa zona y que si quiere puede ayudar también en defensa. Beñat estuvo muy bien en todas las facetas, pero por destacar algo, ya que siempre se incide en ello, el balón parado. El de Igorre anotó un buen gol, pero además ejecutó la estrategia como hacía tiempo no veíamos. Muy bien también Simón, demostrando que Herrerín tiene un buen recambio. Buen momento para los porteros, Iago viene de hacer un gran partido ante el Getafe. @monjeondavasca