EL Athletic está en la siguiente fase de la Europa League. Tras dos derrotas fuera de casa pero habiendo ganado los tres de casa, los de Ernesto Valverde están en dieciseisavos de final. Hasta aquí todo correcto. Desde el sorteo, todos colocábamos a los leones en la siguiente ronda viendo la entidad de los componentes del grupo. No eran rivales complicados, en algunos casos hasta desconocidos. Clasificarse era una obligación. Si hablamos de juego, lo mejor es que vayamos al análisis. No está siendo una fase de lucidez para los rojiblancos. Hemos vivido partidos en los que se ha sufrido en exceso y no precisamente por méritos del rival, sino por no hacer las cosas como se sabe y se puede. Europa es distinto, dirán algunos, pero no para tanto. El Athletic no ha dominado ninguno de los partidos con claridad. No solo no lo ha hecho, sino que en algunos de ellos sus rivales le han puesto en evidencia.
Queda el partido de Viena, debe servir para seguir armándose y buscar sensaciones positivas ante lo que se viene. Valverde debe dar con la tecla. No sé si es juego, motivación , actitud, preparación física o simplemente nivel actual. Urge volver a la esencia y tener mejores minutos durante más tiempo. Este equipo tiene mucho más de lo visto en este curso y no tengo ninguna duda del regreso del buen fútbol y los buenos partidos.
Para el final dejo la reacción de Valverde. No es casual. Son cuatro años y entrenar al Athletic pesa. Esa sensación del técnico es propia de alguien que está trabajando muchísimo y que cree que la valoración general no es la adecuada. Mucho ánimo.@monjeondavasca