El Día contra las Agresiones a los Profesionales Sanitarios, que se celebra hoy 12 de marzo, es un recordatorio urgente de la violencia inaceptable que enfrentan quienes dedican su vida al cuidado de los demás. Cada agresión es un ataque a la humanidad y a la dignidad de aquellos que, con esfuerzo y sacrificio, luchan por nuestra salud. 

La intolerancia y el desdén hacia su labor debe erradicarse, porque su seguridad es la base de un sistema de salud, en este caso nuestra Osakidetza, funcional y humano. 

Es hora de exigir respeto, justicia y protección para quienes velan por todos nosotros.