El 12 de junio de 1937, en plena Guerra Civil Española cayó el emblemático Cinturón de Hierro de Bilbao, “un sistema de fortificación formado por sistemas de defensa con el objetivo de defender la ciudad ante el ataque de los sublevados fascistas”, ya que el ingeniero vasco Alejandro Goicoechea traicionó a la República, pasó las líneas del frente y entregó a los franquistas la información necesaria para neutralizar dicha línea de defensa. Recordarlo es un acto de desagravio a los y las que lo defendieron y murieron por dicha felonía.