El Gobierno prorroga la moratoria para los desahucios de familias vulnerables, en el caso de no poder pagar la hipoteca, y pasa de dos años a cuatro. ¿Y qué soluciona? Nada. Con esta medida, los bancos ya solo darán hipotecas a funcionarios que son quienes tienen el sueldo asegurado. El único beneficiario de esto es el propio Gobierno, que se quita el problema de solucionarles el tema de vivienda.