Basauri parece haberse convertido en una isla ajena a la legislación que regula la tenencia de animales peligrosos. En el caso de los perros de razas potencialmente peligrosas, numerosos en esta localidad, sus dueños los pasean de forma habitual sin el bozal obligatorio y a veces incluso sueltos por zonas céntricas, ambas cosas prohibidas por ley y merecedoras de sanciones administrativas. No son pocas las ocasiones en que estos animales han causado lesiones de importancia e incluso muertes. El Ayuntamiento y la Policía Municipal, órganos competentes en exclusiva para hacer cumplir esta Ley Orgánica, parecen no darse por enterados. Y el dueño del perro de raza potencialmente peligrosa, seguramente sabedor de que no va a ser sancionado, lo pasea con total tranquilidad.