Lo que prima en la sociedad es una cuestión muy extendida, que consiste en atrincherarse con el comodín de la bandera que te ha tocado, cuando te vayan mal las cosas o las vayas a hacer tú, ya que te hace intocable y tu gente no te pide más explicaciones? Y así es imposible conseguir algo consolidado en el intercambio dialéctico de la política en cuestiones sociales, en una sociedad acomodada donde la ciudadanía no quiere ver las cosas negro sobre blanco, ya que les resulta muy cansino y prefieren que les den hechas e, incluso, con la combinación de colores con la que las que las tienen que mirar. Y si a este lastre le añadimos la desmovilización electoral con una abstención pasiva que ronda el 35%, demasiado se hace en una sociedad folclórica con un porcentaje tan elevado de desagradecimiento y mediocridad exquisita.