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Eguneko autopsia

Iñaki González

Vox llevará al próximo gobierno del PP la agenda de sus demonios: inmigración y política ambiental

La obsesión del populismo de derecha por aniquilar el conservacionismo ambiental acaba siendo una forma más de negocio y de ejercer poder sin méritos

Vox llevará al próximo gobierno del PP la agenda de sus demonios: inmigración y política ambientalKai Försterling

Valencia es un crisol. Allí se gesta la mancha que se extiende en la política española. PP y Vox negocian una acción de gobierno que sustituya el bienestar por el bien aparentar. La ultraderecha llevará al próximo gobierno del PP la agenda de sus demonios: inmigración y política ambiental. Y Juanfran Pérez Llorca, que apunta a heredero de Mazón, tendrá que comprar la mercancía caducada o dar paso a las urnas.

Parece ser que Vox quiere liquidar las políticas ambientales. El llamado Pacto Verde que aspira a un modelo de crecimiento sostenible. Mal negocio. El dinero no está en conservar el planeta sino en gestionar sus vertederos y al populismo ultra no le asquea revolver detritus porque no es escrupuloso. Vamos, que carece de escrúpulos.

Juega a su favor un inquietante indicio: la cumbre mundial medioambiental ha tenido una semana de prolegónemos pero, en realidad, comenzó ayer. Esa es la prisa con la que se afrontan sus retos. La lentitud es también un modo de hacer perder la paciencia y restar prioridades. Esto facilita que los discursos más superficiales, aquellos para los que no hace falta mérito sino volumen, ganen adeptos aburridos. Por esa vía también se accede al poder político.

La gota que colma

Memorias selectivas y a medida

Días conmemorativos. No hubo forma, tampoco ayer. A la derecha española no le interesa deslegitimar todas las violencias en un Día de la Memoria. Pero tampoco en varios. La CAPV celebró ayer el suyo y Nafarroa celebra dos cada año (por las víctimas de la dictadura y por las de ETA). Ninguno sirve a PP, UPN y Vox. Su excusa es que equiparar a todas las víctimas diluye la responsabilidad de ETA. Pero en Nafarroa no participan en el que señala esta última -cada 31 de octubre- ni en el que condena a la dictadura. Patrimonializar un dolor selectivo en su propio acto a medida no solo es necio; es mentira.


Dilación es lo que ha aplicado la Administración Trump y el Partido Republicano para ganar la batalla del presupuesto. Los legisladores del Partido Demócrata forzaron el cierre de la Administración para obligar a un pacto que mantuviera el gasto público en seguros sanitarios. Pero intereses electorales de algunos de ellos han disuelto su muro como un azucarillo.

El día 27 es Acción de Gracias y nadie quiere explicar que se cancelan los vuelos que acercan a cientos de miles de americanos a sus familias porque no hay acuerdo presupuestario para abrir los aeropuertos. Algunos lo anticipamos, pero no por listos; es que son muy previsibles. ¿Quién quiere salvar vidas mañana pudiendo trinchar pavos hoy?