EL mejor consejo que podía darse al socio era que se lo tomase con calma, que no se impacientase ante la escasa enjundia de la campaña. Y es que son muchos días, demasiados para amenizar con contenidos de fuste una asignatura, el Athletic de hoy y de mañana, donde los márgenes de maniobra son escuetos, aunque precisamente ahora se estile defender lo contrario. Por más que se esfuercen los presidenciables (se perciben actitudes dispares a este respecto) en hacernos creer que han dado con la fórmula que hará al club irreconocible, por supuesto para bien, no es cierto. Solo es parte del juego que precede a unas elecciones.

Es un método viejo consistente en lanzar lemas, eslóganes, frases hechas, meras declaraciones de intenciones en un voluntarista ejercicio propagandístico donde el déficit de argumentos consistentes se disimula con un uso enérgico del tono y la reiteración. Quizá al principio, en el instante de anunciar que concurrirían a las urnas y en jornadas posteriores, era comprensible que se recurriese a la venta de ilusión sustentada precisamente en la ilusión de quien se dispone a afrontar un proceso duro y sugerente a la vez, donde vale todo. Sí, es así. Aunque se insista en abogar por la rectitud y las buenas formas, lo que se conoce por juego limpio, fair play en lenguaje moderno, rige lo del “vale todo” porque, a ver: ¿cómo se ha de catalogar que sea posible tirar hacia adelante en una campaña sin tener los deberes hechos o, como mínimo, avanzados, perfilados?

Nada más anunciarse la fecha de las elecciones, aquí se escribió que era muy tarde. Y se advirtió sobre los problemas que habría a la hora de cerrar operaciones con profesionales de cara a la temporada venidera. Los posibles aspirantes a gobernar la entidad se iban a ver en dificultades, pero indudablemente el gran perjudicado era el Athletic. Estaba cantado que los candidatos se encontrarían en la tesitura de tener que retrasar la presentación de los responsables en el área deportiva y rellenarían las jornadas con otros contenidos de menor gancho: la composición de las planchas y más raciones de promesas, afanes y, para qué negarlo, convicciones colgadas en el aire. Que si en Lezama tal y cual, porque sabemos qué hace falta allí donde nunca hemos entrado; que si hay que ir a una mejora de los resultados del primer equipo, con participación continuada en competición europea, sin explicar en qué se fundamentará; que si es inaplazable un impulso económico, aplicando la experiencia desarrollada en ámbitos ajenos al fútbol y al Athletic.

Bueno, tras aspirar mucho humo, han empezado a desvelarse aspectos concretos del tipo que definen a quienes los apadrinan. Esa información indispensable que el socio reclama para poder calibrar la auténtica capacidad gestora de las planchas. Ya tocaba porque se va a enfilar la cuenta atrás: no se olvide que el 24 hay que ir con la papeleta a San Mamés y hoy es 14. Para ser precisos, los primeros nombres fueron los de Ramón Planes y Ramón PlanesJosh Schrimer El pasado viernes ambos confirmaron su disponibilidad a través de sendos vídeos. El catalán, director deportivo contrastado, ocuparía dicho cargo con Barkala, mientras que el norteamericano, hoy analista en el Sparta de Praga, es el elegido por Arechabaleta para encabezar el departamento del fútbol femenino. El cupo de novedades lo completa Ainhoa Tirapu, quien no precisa presentación y hoy martes desgranará su proyecto para el fútbol femenino de la mano de Barkala. Estos datos, los que vendrán, así como las omisiones, son los factores que insuflan interés a la campaña. Traen la luz que el humo no deja entrar.