RANSCURRIDOS ya más de cien días desde el inicio de la guerra en Ucrania, el Kremlin insiste en que conseguirá "todos los objetivos" de su "operación militar especial". Una guerra que ahora se libra por los territorios prorrusos del Donbás -alejado el objetivo de Vladímir Putin- y que tampoco ha logrado asegurar el corredor del sur para conectar ambas regiones con la península de Crimea. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha apuntado a que será una "larga guerra de desgaste" que sólo puede acabar mediante la negociación entre ambas partes, y que implicaría que Ucrania tuviera que valorar la cesión de estos territorios. Con independencia de que el país termine dividido en dos y que Rusia imponga su dominio sobre al menos una parte del territorio ucraniano, la guerra ha tenido y tiene efectos devastadores sobre el país invadido: un 20% del territorio ocupado, soldados muertos y heridos en el frente de batalla, civiles víctimas de los bombardeos y asedio de sus localidades, campos sin cultivar por los combates y por la ausencia de trabajadores que se suman a los ocho millones de refugiados por no hablar de los costes de reconstrucción y de la hambruna que se avecina al cerrarse el mayor granero del mundo. También según el Banco Mundial, en 2022 la economía rusa caerá un 11,2%, las exportaciones un 30,9% y las importaciones un 35,2%, y la inflación será de un 22%. En el balance más positivo ha puesto de acuerdo a una Unión Europea en torno a una nueva estrategia económica de mayor autosuficiencia que exige acelerar todavía más los cambios estructurales que acaben con la dependencia de los combustibles fósiles, lo que, en consecuencia, debiera acelerar la generación de energía renovable y limpia. Los gobiernos europeos buscan a su vez más gas en países de democracias débiles como Nigeria, Catar o Azerbayán. Tras acordar el sexto paquete de sanciones a Rusia y un embargo al petróleo ruso, la Unión Europea aspira a "intensificar y acelerar" acuerdos comerciales como el de Mercosur y cerrar otros como con Nueva Zelanda o India. La esperable prolongación de la guerra va a acentuar aún más la gravedad de todos estos problemas de diversa índole, en especial la crisis humanitaria sin precedentes en Europa. La búsqueda de una salida negociada debe ser la prioridad de toda la comunidad internacional. l