IDO perdón si criminalizo a alguien pero un botellón en Barcelona con 40.000 personas sobrepasa restricciones, límites, líneas rojas, fronteras calientes y hasta confines. Eso es un gigabotellón. Qué digo giga: petabotellón, que está dos escalones por encima y le viene como anillo al dedo en varias de las acepciones de peta. Con el añadido de actos vandálicos, una veintena de detenciones, peleas, 43 heridos (13 por arma blanca) y una presunta agresión sexual. Aquí, más comedidos, nos conformamos con lo macro. Todo esto nos va a salir megacaro.