O solo la sharia, también la ley del talión impone su crueldad. La sentencia del "ojo por ojo, diente por diente" -de la que Gandhi advirtió que así acabaría "todo el mundo ciego"- se acaba de cumplir de nuevo en Afganistán, donde Biden ha ordenado un ataque en represalia por el brutal atentado del aeropuerto de Kabul que ha matado -dice- a dos responsables de la masacre, pertenecientes al Estado Islámico. Pocas cosas hay más amargamente dulces que la venganza cumplida. O que la oportunidad de mostrar fortaleza cuando ha caído en picado tu popularidad.