ACE unos días, se ha producido una extraordinaria declaración de principios cuya aplicación debería ser inexcusable: “Quien miente al Parlamento está inhabilitado para su cargo”, solemnizó la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte. Más allá del descubrimiento de algunos del Parlamento como templo sagrado, habría que convenir que el político que miente está inhabilitado para serlo. Cuidado, porque estos días se oyen y leen mentiras, cosas inciertas y no rigurosas sobre temas como la vacunación y Gotzone Sagardui o Zaldibar. La propia Iriarte no es ajena a ello.