EVANTAMOS la cabeza con dificultad por la presión que la pandemia aplica sobre nuestros hombros pero, cuando lo hacemos, descubrimos que hay motivos para la esperanza. Una interesante jornada sobre digitalización como factor de crecimiento, como la que celebró ayer DEIA, nos permite contemplar experiencias empresariales que ponen el acento no solo en su propia capacidad de transformación sino en un hecho desapercibido, quizá incluso por cotidiano: esta pandemia también ha puesto a prueba las infraestructuras vascas y sus herramientas de información digital. Y aprueban con nota.