O se entiende. Sin duda está argumentado jurídicamente en los extremos que los togados puedan debatir pero no se entiende en la calle y eso es muy malo. La decisión del TSJM no da la razón a Ayuso frente a Illa, aunque el juego de la manipulación del debate vaya por ahí. Suspender la orden ministerial no resuelve el problema de falta de medios, de criterio y de iniciativa ante el covid-19 que afectan a los madrileños. La realidad es obstinada y las normativas no deberían serlo contra ella. Tome nota el legislador, que suele ser jurista. El sentido común no debe ser enemigo de las libertades. Ni viceversa.