LA sociedad más hiperconectada de la historia es la más sola. O al menos, en la que se expande la ya llamada epidemia de la soledad. “El infierno está todo en esta palabra: soledad”, dejó escrito Víctor Hugo. Un infierno que puede estar en la puerta de al lado. Este fin de semana, por ejemplo, se descubrió en un piso del Casco Viejo de Bilbao donde murieron, solas, dos mujeres. Ayer por la mañana, tras conocerse la noticia del hallazgo de los dos cadáveres, nadie entró ni salió del inmueble. Víctor Hugo temía a la soledad. Quizá por eso a su funeral acudieron dos millones de personas.