NO cabe duda de que a la que arranque la campaña electoral esta noche, el pulso municipal y foral se va a llevar la mayor parte de nuestra atención, si no toda. Y la Eurocámara, que también se elige, quedará en segundo término. Y, sin embargo, estos días, en esta misma Europa aunque a veces pensemos que no lo es, hemos podido ver ejemplos de acoso a la democracia fuera del perímetro de la Unión Europea. Estambul repetirá las elecciones que ganó la oposición al presidente Erdogan. Votarán de nuevo sus ciudadanos hasta que “acierten”. La UE no es una vacuna, pero si un antídoto.