El presidente de la 30ª Conferencia de las Partes de la Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30), André Corrêa do Lago, ha anunciado este sábado la aprobación del acuerdo Global Mutirão --Colaboración Global--, un documento para reducir el uso de combustibles fósiles, aunque sin compromisos ni metas claras.

"La ciencia prevalece. El multilateralismo ha ganado", ha proclamado el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un comunicado publicado tras conocerse el acuerdo. "En el año en el que el planeta superaba por primera vez, y quizás de forma permanente, los 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, la comunidad internacional tenía que elegir: seguir o rendirse. Hemos elegido la primera opción", ha reivindicado.

El acuerdo ha sido alcanzado tras una noche de intensas negociaciones cerradas a las 8.00 horas de este sábado en Belém. Incluye avances en adaptación, financiación y reglas de transparencia, pero deja para 2026 las decisiones que deberían de haberse tomado en la actual cita.

Una propeusta poco ambiciosa

Tras el anuncio del acuerdo varias delegaciones han expresado abiertamente su protesta por lo que consideran una postura poco dialogante de la presidencia, incluidas las delegaciones del a Unión Europea, Colombia, Panamá o Suiza.

El propio presidente de la COP30, Corrêa do Lago ha dictado la suspensión del plenario ante el rechazo de media docena de delegaciones al acuerdo anunciado. "Lo siento. No he visto las banderas", ha apuntado el representante brasileño, que ha abierto una ronda de consultas a puerta cerrada.

Colombia ha sido uno de los países más beligerantes en la defensa de la aprobación de unos objetivos y calendario concretos para el fin de los combustibles fósiles. La delegación colombiana ha expresado su malestar por la ausencia de partes que habían sido acordadas por consenso.

"Colombia no aceptará un texto que niega la ciencia, impide el cumplimiento del objetivo de 1,5 C, y le da la espalda a los pueblos y a la vida", ha destacado la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Irene Vélez-Torres.   

Deforestación y combustibles fósiles

"Crearé dos mapas: uno para revertir la deforestación y otro para la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles", había planteado Corrêa do Lago durante la sesión plenaria de la COP30 celebrada este sábado.

El marco es de cumplimiento voluntario, pero durante el año que dura la presidencia brasileña de la COP estas dos cuestiones estarán a la cabeza de la agenda. Así, se organizarán reuniones de alto nivel en las que el planteamiento tendrá un marcado componente científico, pero en la que además participarán los gobiernos, la industria y la sociedad civil. Una vez realizadas, el resultado se volcará de nuevo en la COP, ha destacado Corrêa do Lago.

La primera conferencia de alto nivel se celebrará en abril en Colombia y se centrará en la reducción del uso de combustibles fósiles, ha explicado.   

El texto "Global Mutirão"

El texto "Global Mutirão: Uniendo a la humanidad en una movilización global contra el cambio climático" propone la aceleración de la aplicación del Acuerdo de París y destaca la urgencia de reducir rápidamente las emisiones. La propuesta destaca la importancia de la equidad, los derechos humanos y del multilateralismo y advierte de lagunas significativas en el ámbito de la financiación de las medidas para combatir el cambio climático.

El documento ha sido adoptado por 194 países, lo cual es en sí mismo planteado como un triunfo en vista de las turbulencias geopolíticas actuales. Prevé triplicar la financiación para la adaptación, aunque el objetivo de alcanzar los 120.000 millones de dólares anuales para esta partida se ha aplazado cinco años, hasta 2035.

Finalmente no menciona la cuestión de los combustibles fósiles con medidas concretas como resultado de la oposición drástica de países productores de petróleo como Arabia Saudí.

En paralelo, se ha aprobado con el apoyo de 90 países un plan para la transición hacia una economía sin combustibles fósiles que no forma parte del acuerdo final. La iniciativa ha sido impulsada por el país anfitrión, Brasil, con el apoyo fundamental de Colombia.