Hamás, que controla la Franja de Gaza, acusó ayer a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de coordinarse con el Ejército israelí en su asalto a la localidad de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada. “La participación de las fuerzas de la Autoridad en el ataque de la ocupación al campamento de refugiados de Yenín es un crimen contra nuestro pueblo y un rechazo a la sangre de los mártires”, dijo el grupo en un comunicado.
Hamás destacó dos incidentes que “no dejan lugar a dudas” sobre el papel de las fuerzas de la ANP, que gobierna en partes reducidas de Cisjordania ocupada y aspira a gestionar la Franja de Gaza tras la guerra.
El primero es el ataque, por parte de las fuerzas palestinas, a un joven miliciano, identificado por Hamás como Muhamad Shadi al Sabag.
En canales palestinos de Telegram puede verse una fotografía del joven sujetando un fusil. Según el Centro de Información Palestino, Al Sabag recibió un disparo en la cabeza por parte de las fuerzas de la ANP y fue trasladado al hospital.
El segundo incidente es el asalto al hospital Al Razi, en paralelo al asedio israelí del Hospital Gubernamental de Yenín y el Hospital Al Amal. Mohamed, un hombre palestino de Yenín, dijo a Efe que las fuerzas israelíes habían colocado barricadas en la puerta del Hospital Gubernamental y “dirigen a todo el mundo al Al Razi, donde la Autoridad Palestina arrestaba a los heridos”.
En el Al Razi, las fuerzas palestinas arrestaron al comandante de la Brigada de Yenín (un grupo local de milicianos), Moslem Masarweh, detalló el Centro de Información Palestino.
Macrooperación
El Ejército israelí lanzó el pasado martes una macrooperación contra la localidad de Yenín y su campamento de refugiados, bastión histórico de las milicias palestinas, bautizada como “Muro de hierro”, y que ya se ha cobrado la vida de 10 palestinos.
La redada llegó después de que las fuerzas de seguridad de la ANP concluyeran una ofensiva de un mes contra las milicias de la zona, vinculadas a la órbita de Hamás y la Yihad Islámica Palestina.
Ayer, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, aseguró que la ofensiva israelí contra Yenín refleja las “lecciones” aprendidas en la Franja y que el objetivo de Israel es que los milicianos palestinos no puedan reagruparse una vez concluya la operación.
Por su parte, el alcalde de Yenín, Muhamad Yarar, denunció ayer que las fuerzas israelíes obligaban a los residentes a desplazarse a la cercana localidad de Burqín, en el norte de Cisjordania ocupada. Yarar dijo a la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, que los soldados están utilizando altavoces para pedir a los residentes que se marchen. El Ejército israelí, por contra, aseguró que no obligaba a nadie a abandonar sus casas en Yenín, pero que sí permitía a los civiles que querían marcharse por seguridad dejar la localidad.
Ataques de colonos
Por otro lado, al menos cinco palestinos resultaron heridos ayer en un nuevo ataque perpetrado por colonos israelíes contra la localidad cisjordana de Masafer Yata, situada en los alrededores de Hebrón, en medio del aumento de este tipo de incidentes en Cisjordania y Jerusalén Este.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, los asaltantes agredieron a varios residentes y les rociaron con gas pimienta, provocando que cinco de ellos fueran trasladados en ambulancia a un centro médico.
Además, otro grupo de colonos irrumpió en una escuela en la comunidad beduina de Ras Ain al Auja, ubicada al norte de la ciudad cisjordana de Jericó, donde causaron daños materiales, sin que se informara sobre posibles víctimas.