La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, denunció ayer en el mitin de protesta convocado frente al Parlamento que las elecciones parlamentarias del pasado sábado fueron “robadas” por el gobernante partido Sueño Georgiano, y prometió el retorno de la nación caucásica “al camino europeo”. “No perdimos las elecciones, nos robaron los votos, nos robaron el futuro”, declaró entre los gritos de aprobación de los manifestantes.

La oposición convocó a los georgianos a una manifestación frente a la sede del Legislativo, a la que acudieron cerca de 15.000 personas. “Juro que estaré junto a ustedes por el camino europeo hasta el final”, añadió la presidenta.

La mandataria anunció a los presentes que había conversado con seis presidentes de otros países sobre la situación y “ninguno reconoció las elecciones” en las que ganó el oficialista Sueño Georgiano, al que la oposición y Occidente acusan de afinidad al Kremlin. “Todos dicen que debemos investigar esto hasta el fin, probablemente con ayuda internacional”, añadió Zurabishvili, que calificó el presunto robo de votos como un hecho “sin precedentes, único, masivo y sistemático”. La presidenta aseguró que se trató de “una operación especial, nos arrebataron la Constitución y el Parlamento”.

En la protesta participaron los cuatro bloques opositores que obtuvieron escaños en el Parlamento: Coalición por los Cambios; Unidad; Georgia Fuerte y Gajaria por Georgia. Tras el anuncio de la victoria de Sueño Georgiano, los cuatro bloques se negaron a reconocer los resultados de las elecciones y anunciaron su boicot al Parlamento.

Máxima suspicacia Los resultados de las elecciones han sido acogidos con suma suspicacia por, entre otros, la Unión Europea (UE), la OTAN o Estados Unidos. Todos ellos hablan de la supuesta intromisión de Rusia. 

La UE denunció que las elecciones se han producido en un contexto de desinformación rusa “sin precedentes” y de retórica antieuropea. “En la campaña electoral hemos visto niveles sin precedentes de desinformación y retórica antieuropea. Algunas narrativas usadas durante las elecciones han sido claras e inspiradas por la propaganda rusa”, señaló la portavoz de Exteriores, Nabila Massrali.

La OTAN pidió que se investiguen “a fondo” las informaciones sobre las presuntas irregularidades. “Las informaciones sobre violaciones relacionadas con las elecciones deben investigarse a fondo”, escribió la portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah, en la red social X.

Desde EE.UU., el secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, pidió que se investiguen “a fondo” los informes sobre irregularidades denunciadas por los observadores abanderados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Por contra, el Kremlin rechazó ayer las acusaciones de injerencia y aseguró que las denuncias de una supuesta intervención rusa en dicho proceso son “totalmente infundadas”.

Visita a Tiflis

Un cuestionado apoyo de Orbán 

Con Sueño Georgiano. El primer ministro de Hungría, el ultraderechista Victor Orbán, llegó ayer a Tiflis en una visita destinada a apoyar al partido gobernante, Sueño Georgiano, ganador de las elecciones parlamentarias del sábado, resultados no reconocidos por la oposición y muy cuestionados a nivel internacional. La Unión Europea (UE) subrayó que Orbán, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE hasta finales de año, no ha recibido ningún mandato del Consejo Europeo de cara a su visita al país caucásico. El dirigente húngaro se reunirá hoy con el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, líder de la formación gobernante, según fuentes oficiales.