La Fundación Nobel, encargada de otorgar los prestigiosos galardones, ha informado este viernes de que el embajador iraní en Suecia, Masoumi Far, ha sido excluido de la ceremonia de entrega de premios, uniéndose así a sus homólogos ruso y bielorruso y al líder del partido ultraderechista Demócratas de Suecia, Jimmie Akesson.

El organismo ha justificado la no invitación a Irán por "la gravedad y la escalda de la situación" en el país, que vive desde hace ya más de un mes una serie de movilizaciones ciudadanas, duramente reprimidas por las autoridades, en protesta por la muerte de la joven Masha Amini, fallecida bajo custodia policial.

"Durante varias décadas, el punto de partida de la Fundación Nobel ha sido invitar a todos los países con representación diplomática en Suecia a la ceremonia de entrega de los premios Nobel (...). Este año, sin embargo, la Fundación Nobel ha decidido seguir la política diplomática sueca y europea de no invitar a Rusia y Bielorrusia debido a la invasión rusa de Ucrania", ha señalado el organismo en un comunicado.

Embajadores de Rusia y Bielorrusia

Sin embargo, en relación a la exclusión del embajador Far, la Fundación Nobel ha reconocido que, pese a que Suecia y otros países europeos aún no cuentan con "una política diplomática" concreta, el representante iraní no debería ser invitado en vista de la gravedad de la situación.

"El premio Nobel se basa en el respeto a la ciencia, la cultura, el humanismo y el internacionalismo. Este respeto también es la base de los logros que se celebran y destacan cuando los premios Nobel y los invitados de todo el mundo son invitados a la ceremonia de entrega de premios Nobel y al banquete del 10 de diciembre", señaló la Fundación en un comunicado a comienzos de semana.

La exclusión de los embajadores de Rusia y Bielorrusia se da en un año en que el premio Nobel de la Paz ha recaído en manos del activista bielorruso Ales Bialiatski, la ONG rusa Memorial y el Centro para las Libertades Civiles de Ucrania.

Con estos premiados el Comité Noruego ha querido aplaudir la labor de la sociedad civil en defensa de los Derechos Humanos en los tres países, más aún en un contexto marcado por la invasión rusa de Ucrania.