Al menos 17 personas han muerto en las protestas que sacuden Irán desde hace seis días por la muerte de Mahsa Amin tras ser detenida por llevar mal el velo, anunció ayer la televisión estatal iraní. “Diecisiete personas han muerto, entre ellas policías, en los incidentes de los últimos días”, afirmó la televisión IRIB, que aseguró que se trataba de su recuento y que no eran datos gubernamentales. Hasta ahora las autoridades habían confirmado la muerte de ocho personas, entre ellas tres miembros de las fuerzas de seguridad.

Las protestas comenzaron el viernes tras conocerse la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo y se han ido extendiendo por el país.

Con gritos como “Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio”, “Mujeres, vida, libertad” o “Muerte al dictador”, los manifestantes han mostrado su indignación en al menos 20 ciudades del país, en unas protestas en las que la violencia se ha intensificado con las fuerzas de seguridad recurriendo a material antidisturbios.

Claro ejemplo

En este contexto, la periodista de la CNN Christiane Amanpour aseguró ayer que la entrevista que tenía programada con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, se suspendió porque ella rechazó cubrirse la cabeza con un pañuelo, como le solicitaron los ayudantes del mandatario de Irán. Según escribió Amanpour en Twitter, la petición de cubrirse el cabello la realizó un ayudante del presidente cuando la entrevista ya llevaba 40 minutos de retraso sobre la hora programada.

La respuesta de la periodista a la exigencia del mandatario iraní fue: “Estamos en Nueva York, donde no hay ninguna ley ni ninguna tradición respecto a los pañuelos en la cabeza. Señalé que ningún presidente iraní anterior había pedido eso cuando lo entrevisté fuera de Irán”.