Un palestino que se dirigía a su trabajo en Israel fue abatido ayer por fuerzas israelíes en Kalkilia, una ciudad de Cisjordania ocupada que hace frontera con Israel, informó el Gobierno palestino. Se trata del cuarto palestino muerto a manos de las fuerzas israelíes durante el fin de semana.

“Las fuerzas de ocupación israelíes mataron a tiros a Nabil Ahmed Salim Ghanem” cerca de la puerta de Kalkilia, “en el muro” que separa a Israel de los territorios palestinos ocupados, indicó el Ministerio de Salud en un comunicado.

Ghanem, de 53 años, era residente de Nablus y se dirigía a su lugar de trabajo en Israel “cuando los soldados abrieron fuego y lo mataron al instante”, aseguró la agencia oficial de noticias palestina Wafa. El cuerpo fue recogido por los soldados y se encuentra “retenido en un hospital israelí en Kefar Saba”, añadió la misma fuente.

El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino condenó el “atroz crimen de ejecución” y acusó a las fuerzas israelíes de ejercer un “terrorismo de Estado organizado” que “viola el derecho a la vida de los ciudadanos palestinos”.

“Les disparan con el objetivo de matar, aunque no representen ningún peligro para los soldados de ocupación o los colonos”, subrayó, al asegurar que Ghanem fue abatido “por ganarse la vida”.

Otros tres palestinos murieron y ocho resultaron heridos el pasadpo viernes, durante enfrentamientos violentos con el Ejército israelí durante una redada en el campo de refugiados de Yenín, al norte de Cisjordania.

Entre las víctimas mortales, todas de 23 y 24 años, se encontraba Baraa Lahlouh, identificado por el grupo islamista Hamás como miliciano de su brazo armado, las Brigadas al Qasam.

A raíz de un aumento de los ataques en Israel a finales de marzo -seis que dejaron 18 muertos-, el Ejército israelí intensificó las redadas y operaciones de “contraterrorismo” en diversos puntos de Cisjordania ocupada, en las que ya han muerto unos 50 palestinos.

Más de 550 han sido arrestados como “sospechosos de terrorismo”, según el recuento militar.

Asesinato de akleh

Por otro lado, las autoridades palestinas pidieron ayer a Israel que entregue el rifle que habría usado el Ejército israelí en el incidente que causó la muerte de la periodista Shireen Abu Akleh, después de que la cadena Al Yazira publicara esta semana una investigación en la que difundió una imagen de la bala que la mató.

“Nos negamos a entregar la bala con la que asesinaron a Shireen y exigimos la entrega del arma que se disparó”, dijo el primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, en una ceremonia para marcar los 40 días de la muerte de la reportera palestina, fallecida en mayo cuando cubría una incursión de las fuerzas armadas israelíes en el campo de refugiados de la urbe de Yenín, en Cisjordania ocupada.

Cargos militares israelíes identificaron un fusil con el que se habría podido disparar el tiro que mató a Abu Akleh, pero aseguran que para confirmarlo necesitarían hacer un análisis de la bala.

El pasado viernes, el canal Al Yazira, para el que trabajaba Abu Akleh desde 1997, publicó su propia investigación de su muerte y por primera vez mostró una imagen de la bala que la mató.

Operación del Ejército. La tensión no disminuye en la Cisjordania ocupada. Horas antes de la muerte a tiros del palestino Nabil Salim Ghanem, el Ejército y la Policía fronteriza de Israel realizaron “actividades antiterroristas” en varias ciudades de Cisjordania ocupada -Adana, Dura, Al Aroub y Abu Najim- y arrestaron a “diez palestinos sospechosos de haberse infiltrado ilegalmente en territorio israelí” y “ocho individuos sospechosos de participar en actividades terroristas”.