La Corte de Apelaciones británica descartó este lunes frenar los planes para deportar a Ruanda a solicitantes de asilo que el Gobierno considera que han llegado al Reino Unido de manera ilegal.

El Ejecutivo espera que mañana, martes, despegue un vuelo con los primeros once demandantes de asilo que serán enviados al país africano, donde sus solicitudes serán evaluadas.

El primer ministro, Boris Johnson, ha argumentado que el plan es necesario para desincentivar la llegada de personas en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha.

Los jueces respaldaron hoy la decisión que ya tomó la semana pasada el Tribunal Superior de Londres, que falló en contra de adoptar medidas cautelares contra las deportaciones antes de que en julio se celebre un juicio completo sobre su legalidad.

"Estamos extremadamente decepcionados, porque aún no sabemos si este proceso es legal", declaró a la cadena BBC Mark Serwotka, secretario general del sindicato PCS, que agrupa a más de un 80 % de los empleados del sistema de aduanas británico.

El sindicato, junto con dos organizaciones no gubernamentales, había apelado a la Justicia para tratar de congelar de inmediato los vuelos a Ruanda.

A la polémica se han sumado unas declaraciones privadas del príncipe Carlos, heredero al trono del Reino Unido, que según ha desvelado el diario "The Times" ha calificado de "espantosos" los planes de Johnson, a pesar de la tradicional neutralidad política de la monarquía británica.

El primer ministro, por su parte, afirmó hoy que es "inevitable" que los vuelos para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda afronten "una gran cantidad de acciones legales en contra".

"Pero lo que estamos intentando hacer es detener el modelo de negocio de las bandas criminales que se aprovechan de la gente haciéndoles atravesar el canal de la Mancha en embarcaciones inseguras, arriesgando sus vidas", agregó.ACNUR señala que la deportación es un "error"

El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, declaró hoy que la deportación de solicitantes de asilo desde el Reino Unido a Ruanda, acordada entre ambos países y que podría iniciarse mañana martes, es un "error" que podría sentar "precedentes catastróficos".

"Es básicamente un traspaso de responsabilidades desde un país con estructuras y recursos a otro, Ruanda, que ha sido tradicionalmente hospitalario con los refugiados (...) pero no tiene las estructuras para esta tarea en particular", afirmó el alto comisionado italiano en una rueda de prensa.

"El Reino Unido argumenta que lo hace para librar a mucha gente de peligrosas travesías, pero ¿ésta es la manera correcta de hacerlo, y es ésta su verdadera motivación? No lo creo", opinó Grandi, señalando que "si realmente quieren que esos viajes peligrosos terminen, hay otras formas de hacerlo".

Grandi subrayó que muchos países de África, América y otras regiones que acogen a grandes poblaciones de refugiados "podrían verse tentados a hacer lo mismo que el Reino Unido", algo que en su opinión "podría hacer el trabajo de ACNUR muy difícil".