- Las últimas encuestas en Escocia apuntan a una fuerte caída del apoyo a la independencia, que por primera vez desde hace meses en algunos sondeos estaría por debajo del unionismo, un fenómeno al que no es ajena la guerra interna que divide al gobernante Partido Nacional Escocés (SNP).

Hasta el inicio de este año, el movimiento independentista en Escocia contaba en todas las encuestas con el apoyo de la ciudadanía, alcanzando el 57% a favor de la independencia en enero, según ComRes.

Desde entonces, el respaldo a la autodeterminación ha retrocedido hasta permitir la recomposición del unionismo, cuando faltan menos de siete semanas para las cruciales elecciones escocesas del 6 de mayo: el 51% de los escoceses estarían ahora a favor de la Unión, según una media de sondeos de diferentes institutos desde finales del mes de febrero.

La profesora y codirectora del Centro de Investigación del Cambio Constitucional de la Universidad de Edimburgo, Nicola McEwen, señala dos causas principales.

Por un lado, el programa de vacunación contra el coronavirus ha traído “una actitud más positiva hacia el Ejecutivo británico” y por consiguiente hacia la Unión; y por otro, McEwen cita “la investigación al Gobierno escocés por su gestión de las denuncias de acoso sexual contra el exministro principal Alex Salmond”. El papel del Gobierno, y más concretamente el de la ministra principal, Nicola Sturgeon, en el escándalo por el supuesto acoso sexual de su predecesor Alex Salmond sobre dos trabajadoras -del que fue absuelto por la Justicia- es penalizado en los últimos sondeos.

Según una encuesta de Survation de principios de marzo, el 28% de los escoceses se mostrarían menos propicios a votar al SNP en las próximas elecciones, y de manera muy similar -29%- harían lo mismo con un hipotético referéndum de independencia, por este motivo.

La misma casa preguntó a los encuestados si creen que Sturgeon rompió el Código Ministerial mintiendo al Parlamento en su papel en el escándalo sexual de su mentor: el 50% dijo que sí, por el 33% que no. La investigación política sostiene que Sturgeon habría roto el Código de conducta ministerial al considerar que mintió en sede parlamentaria.

La ministra principal ha acusado a la comisión de “partidista” al “ignorar sus pruebas”, y ha emplazado a conocer el resultado de la investigación independiente que realiza el exfiscal general de Irlanda del Norte, James Hamilton, sobre los mismos hechos.

El Parlamento escocés celebrará sus elecciones el 6 de mayo, donde “la pregunta constitucional (de la autodeterminación) no es la única, pero es la que divide”, a juicio de McEwen.

Con programas electorales similares basados en la recuperación de la pandemia, McEwen cree que “la cuestión constitucional dirigirá de una manera u otra el voto”, aunque duda que “haya apetito para celebrar un referéndum este año o quizá el próximo.” Sólo un 33% de los escoceses creen que el referéndum debe celebrarse este año, por un 42% que apuesta por ello en la próxima legislatura, según una encuesta de YouGov a principios de mes.

Esta polarización está ejemplificada en la pugna entre el SNP y el Partido Conservador, que pretende “evitar dicha mayoría” para facilitar “una solución rápida” a la cuestión independentista, según McEwen. El referéndum de independencia que se celebró en 2014 reafirmó el apoyo a la unión en Escocia, pero, a juicio de la profesora, demostró que “todavía no hay una voluntad firme del pueblo escocés”.