Síguenos en redes sociales:

¿Se puede comer mientras conduces?: La DGT responde

Comer mientras se conduce parece una acción inofensiva, especialmente en trayectos largos o cuando el tráfico es lento. La realidad va mucho más allá

¿Se puede comer mientras conduces?: La DGT respondeFreepik

Pese a que comer al volante pueda estar bien visto por muchos, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que hacerlo puede considerarse una infracción por distracción si afecta al control del vehículo o a la atención del conductor. Aunque no existe un artículo que prohíba expresamente comer al volante, el marco legal sí permite sancionar esta conducta.

La base de la infracción se encuentra en el artículo 18 de la Ley de Tráfico, que establece que el conductor debe mantener “su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción”. De igual manera, el artículo 13.2 del Reglamento General de Circulación indica que el conductor deberá estar “en todo momento en condiciones de controlar su vehículo”.

Por tanto, si comer obliga a soltar una mano del volante, apartar la vista de la carretera o realizar movimientos que comprometen el control del coche puede considerarse una conducta negligente y sancionable. La DGT recuerda que la alimentación o el consumo de bebidas deben realizarse siempre con el vehículo detenido, en zonas adecuadas y seguras.

La multa que puede imponerse

En la práctica, los agentes de tráfico valoran caso por caso. Si entienden que el conductor pierde atención o control por estar comiendo, se puede imponer una multa de 80 euros como infracción leve. Sin embargo, si el comportamiento se considera una negligencia grave o supone un riesgo claro para la seguridad vial, la sanción puede ascender hasta los 200 euros, siempre según la interpretación del agente.

Un agente rellena una multa de tráfico.

En ninguno de los casos se pierden puntos del carnet, ya que la infracción se considera administrativa, no de conducción temeraria. Además, como en la mayoría de sanciones de tráfico, el conductor puede beneficiarse del descuento del 50 % si paga dentro del plazo de “pago voluntario”.

Por qué se considera peligroso

Comer al volante implica dividir la atención entre la carretera y la comida. La DGT recuerda que las distracciones están detrás de más del 30 % de los accidentes de tráfico en el Estado. Manipular envases, usar cubiertos o incluso sostener un bocadillo con una mano puede reducir la capacidad de reacción ante un imprevisto, retrasar el frenado o alterar la trayectoria del vehículo.

Además, al comer se suele mirar hacia abajo o girar el cuerpo para alcanzar objetos, lo que amplifica el riesgo. En situaciones de tráfico intenso o carreteras con curvas, esa fracción de segundo de distracción puede ser decisiva. Por ello, aunque la acción no esté expresamente prohibida, la DGT la desaconseja totalmente mientras el vehículo está en movimiento.

Te puede interesar:

Los bocadillos son una informal y deliciosa manera de disfrutar de texturas y sabores en cualquier lugar.

El mensaje del organismo de tráfico es claro: si necesitas comer o beber, detén el vehículo en un área segura, como una estación de servicio o un aparcamiento. Comer mientras se conduce no está prohibido de forma literal, pero sí puede considerarse una infracción leve o grave si interfiere en el control del vehículo o en la atención a la conducción. La multa puede ser de 80 a 200 euros, dependiendo de la gravedad y el criterio del agente.