EL Mazda2 resiste a la uniformidad impuesta por el canon de diseño SUV. La casa japonesa es fiel defensora de este estilo, que plasma en sugestivas y a veces exitosas propuestas (CX-3, CX-5, CX-60, CX-30…). Pero una cosa es aprovechar la corriente a favor de la moda y otra renunciar a formatos clásicos que aún conservan un público leal. Por eso continúa proponiendo interesantes turismos de distintas tallas. Uno de ellos es el recién renovado Mazda2, un producto dirigido a quienes buscan un coche de proporciones compactas (mide cuatro metros) y coqueta hechura digno de confianza.

El protagonista de la puesta al día es el modelo genuino, no la adaptación del Yaris que la firma oriental hace suya y vende bajo la misma denominación. Por medio de esta entrega, el Mazda2 mejora su oferta asumiendo ligeras modificaciones. Las más notorias y favorecedoras son las que ponen al corriente algunos de sus rasgos, principalmente faciales. A partir de ahora presentará un semblante más refinado gracias al nuevo diseño tridimensional del conjunto formado por la parrilla y el paragolpes delantero, escoltado por faros led de serie; el aspecto varía en función del nivel de acabado elegido.

El compacto adquiere así una prestancia con connotaciones premium. Esa sensación se ve reforzada por el empleo en su confección de materiales de calidad y por el incremento de las dotaciones. Mazda adorna el resultado ampliando la paleta de tonos disponibles.

Por otra parte, el fabricante asegura que su modelo disfruta ahora de un habitáculo mejor aislado, garantizando así el bienestar en marcha. Con esa misma finalidad se ha suavizado el tacto de la suspensión, asociada al sistema G-Vectoring Control Plus para certificar en cada momento la armonía entre estabilidad y confort.

La revisión de contenidos inherente a todo proceso de renovación de un automóvil acostumbra detenerse en el motor. En esta oportunidad el trámite no ha requerido una dedicación especial. El Mazda2 conserva prácticamente intacto el impulsor conocido. Es el motor e-Skyactiv-G, bloque a gasolina de 1,5 litros provisto de tecnología MHEV, es decir, de hibridación ligera. Su particularidad es que no recurre una batería auxiliar, sino a un condensador (de 0,012 kWh y 22,5 V) encargado de recuperar energía en deceleraciones y devolverla en forma de apoyos puntuales al propulsor. Este entrega 90 CV a las ruedas delanteras valiéndose de transmisión manual. Dicha potencia posibilita alcanzar una velocidad punta de 183 km/h y progresar de 0 a 100 en 9,8 segundos.

Los últimos reajustes han optimizado la relación de compresión de este motor, lo que permite al fabricante anunciar reducciones del consumo y las emisiones. Homologa un gasto ideal de 4,7 litros cada cien kilómetros y un flujo de 107 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, registros oficiales obtenidos siguiendo el protocolo WLTP. El Mazda2 cuenta con etiqueta medioambiental Eco.