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El lugar donde no deberías dejar que tu perro beba este verano, según los veterinarios

Una hidratación adecuada es clave para el bienestar de tu mascota, sobre todo durante los meses de más calor

El lugar donde no deberías dejar que tu perro beba este verano, según los veterinariosFreepik

Cuando llega el calor, tanto humanos como animales necesitan mantenerse correctamente hidratados. En el caso de los perros, esto es todavía más importante, ya que no regulan su temperatura corporal a través del sudor, como los humanos, sino mediante el jadeo y la ingesta de agua.

Por eso, es habitual ver cuencos de agua colocados en la entrada de tiendas, bares o en parques para que los animales puedan refrescarse durante el paseo. Aunque la intención detrás de estos gestos es buena, permitir que tu perro beba de estos recipientes puede no ser la mejor idea para su salud.

Un riesgo invisible: bacterias, virus y más

Los cuencos de agua de uso público, por muy limpios que parezcan a simple vista, pueden albergar una variedad de microorganismos potencialmente peligrosos. Se trata de recipientes compartidos por decenas de perros a lo largo del día, y muchos de ellos podrían portar enfermedades, virus, parásitos o restos de saliva contaminada con bacterias.

Entre los problemas más comunes que pueden transmitirse a través de estos cuencos se encuentran:

  • Giardiasis: un parásito intestinal muy contagioso entre perros que provoca diarrea, pérdida de peso y malestar general.
  • Leptospirosis: aunque menos frecuente, puede encontrarse en agua estancada contaminada por orina de animales infectados y llegar a ser grave.
  • Bacterias bucales y restos de medicamentos: algunos perros podrían dejar en el agua trazas de antibióticos u otros fármacos ingeridos, que no son seguros para otros animales.

La mayoría de estos recipientes no se limpian con frecuencia ni con productos adecuados, lo que los convierte en auténticos focos de infección, especialmente en días calurosos, cuando el agua se convierte en el entorno ideal para el crecimiento de microorganismos.

Los cuencos de agua de uso público, por muy limpios que parezcan a simple vista, pueden albergar una variedad de microorganismos potencialmente peligrosos

El agua estancada y expuesta al sol

Otro aspecto preocupante es la calidad del agua en estos recipientes. Muchas veces han estado al aire libre durante horas, bajo el sol, y en contacto con polvo, restos de comida, insectos o suciedad del ambiente. El resultado es un agua caliente, turbia o con mal sabor, que puede provocar malestar estomacal o hacer que el perro rechace beber, algo muy peligroso en pleno verano.

El agua caliente no solo es poco apetecible, sino que puede ser menos hidratante si el perro no la consume en suficiente cantidad. Además, el agua estancada favorece la proliferación de algas o bacterias peligrosas, como las cianobacterias, que en algunos casos pueden ser tóxicas.

El agua estancada favorece la proliferación de algas o bacterias peligrosas

La solución más segura: lleva tu propio cuenco

Por suerte, existen alternativas seguras y muy prácticas. Los cuencos plegables de silicona o tela impermeable son una solución económica, higiénica y cómoda que permite que tu perro beba con seguridad allá donde vayas. Estos accesorios pesan muy poco, se pliegan fácilmente y se pueden colgar de la correa, la mochila o incluso del cinturón.

Además, llevar tu propia botella de agua para el perro te permite asegurarte de que siempre beba agua limpia y fresca. Así puedes controlar tanto la calidad como la cantidad, algo esencial durante los paseos largos, las excursiones o los días de calor intenso.

También hay botellas portátiles con dispensador incorporado, especialmente diseñadas para perros, que facilitan aún más esta tarea y hacen que beber sea cómodo y rápido para ellos.

Los cuencos plegables de silicona o tela impermeable son una solución económica, higiénica y cómoda que permite que tu perro beba con seguridad allá donde vayas

Hidratarlo correctamente en verano es vital

El golpe de calor es uno de los mayores riesgos para los perros durante los meses de verano. La deshidratación puede aparecer mucho antes de que los síntomas sean visibles, y cuando se manifiesta, puede ser ya una emergencia veterinaria.

Entre los signos de deshidratación están lengua seca o pegajosa, encías pálidas, ojos hundidos, jadeo excesivo y letargo o debilidad. Por eso, es fundamental ofrecer agua fresca con frecuencia y animarlos a beber, especialmente después del ejercicio, en paseos largos o cuando la temperatura supera los 25 °C.

Los perros de hocico corto, como los bulldogs o carlinos, así como los ancianos o los cachorros, son especialmente vulnerables al calor y requieren un seguimiento más estrecho.

Los perros sufren en exceso las consecuencias del calor, por ello es fundamental mantenerles hidratados y evitar paseos en las horas centrales del día donde aprieta el sol y las temperaturas son más altas

Educación y prevención

Aunque los comerciantes o vecinos que colocan estos cuencos lo hacen con buena intención, la mejor opción siempre será llevar tu propio recipiente. De este modo, evitas que tu mascota esté expuesta a posibles contaminantes y le ofreces la hidratación que necesita, sin riesgos.

Si te encuentras con uno de estos cuencos, puedes usarlo para rellenar tu botella o recipiente portátil, pero evita que tu perro beba directamente de ellos. Es un gesto sencillo, pero que puede marcar una gran diferencia en su salud. La prevención, en este caso, es tan fácil como llevar un pequeño accesorio colgado de la correa. Tu perro lo agradecerá.