La naturaleza es uno de los bienes más preciados que tenemos y al mismo tiempo el que más hemos maltratado a lo largo de la historia. Aun así, con el paso de los años, la preservación del medioambiente es uno de puntos clave a tener en cuenta los próximos años en todo el mundo. La covid-19 y el confinamiento a nivel mundial dio un respiro puntual a la naturaleza, tal y como reflejaron los expertos a través de gráficas, imágenes y estudios de diversas áreas del mundo. De hecho, muchas personas parece que redescubrieron el monte, los bosques, las playas y el mar, en el momento en que en mayo de 2020 se levantó el confinamiento por primera vez. O al menos esa fue la sensación que percibe quien escribe estas líneas. Muchos aprovecharon para ir al monte más cercano o el único al que podían ir debido a los cierres perimetrales, y aprovecharon para respirar al aire libre, concienciándose de algún modo del valor de la naturaleza y de la oportunidad que tenemos de convivir con ella y respetarla al máximo.

deporte, cultura y naturaleza

Un año después de ese confinamiento estricto, muchas personas se han aficionado a la montaña y a día de hoy siguen sacando provecho a todos los materiales deportivos que compraron para aliviar el encierro. El objetivo, entonces, era salir de casa para recibir un poco de aire y socializar de algún modo. Así, muchos se decantaron por hacer senderismo, pero ¿qué es eso realmente?

Es una actividad deportiva no competitiva que consiste en caminar siguiendo un itinerario determinado. Se acostumbra a realizar en senderos balizados, homologados por el organismo competente de cada país, pero también por sendas, caminos rurales y vías verdes sin homologar. "Nos gusta mucho ir al monte, pasear y disfrutar de la naturaleza. En nuestras vacaciones siempre buscamos sitios como Pirineos, donde vamos mucho", indica Maite R. Ochotorena. El senderismo busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de la zona a través del patrimonio y los elementos etnográficos y culturales tradicionales, utilizando especialmente senderos de tierra, antiguos caminos de herradura y carreteras, cañadas y caminos reales, caminos forestales y otros, evitando en lo posible el tránsito a través de rutas asfaltadas u hormigonadas. De esta forma, constituye una simbiosis entre deporte, cultura y medioambiente.