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Cinco consejos para limpiar tu casa antes de irte de vacaciones

Una limpieza rápida antes de cerrar la puerta ayuda a que la casa esté en óptimas condiciones a la vuelta y hace que podamos volver más liberados

Cinco consejos para limpiar tu casa antes de irte de vacacionesNTM

Cuando se acercan las vacaciones, es habitual centrarse en hacer maletas, reservar hoteles, buscar rutas o pensar en qué meter en el neceser. Pero hay un detalle que marca una gran diferencia y que muchas veces se olvida: cómo dejamos la casa antes de salir. Organizar una pequeña rutina de limpieza exprés puede ahorrarte disgustos a la vuelta y darte una sensación real de bienestar nada más cruzar la puerta.

Se trata de invertir un poco de tiempo en ordenar, limpiar y prever ciertas cosas que, al volver, agradecerás enormemente.

Cambia las sábanas antes de salir

Volver de viaje suele ser agotador: horas de carretera, maletas que deshacer y la cabeza aún a medio camino entre lo vivido y lo que toca retomar. Por eso, tener la cama hecha con sábanas limpias es uno de esos pequeños placeres que reconfortan de verdad. No cuesta tanto hacerlo antes de irse, y la recompensa al volver es muy grande en comparación.

La limpieza de las sábanas es clave para evitar la aparición de ácaros

Si te animas, puedes incluso añadir unas gotas de esencia o un spray para perfumar ligeramente los textiles. No es imprescindible, pero ese olor a limpio al acostarte después del viaje convierte la vuelta a casa en algo mucho más agradable.

Deja toda la colada hecha

Antes de salir de casa, conviene revisar los cestos de ropa sucia, vaciarlos y hacer todas las coladas pendientes. ¿Por qué? Porque a la vuelta tendrás una maleta llena de ropa usada que requerirá tu atención, y lo último que apetece es sumar a esa tarea prendas que quedaron acumuladas antes del viaje.

Tras la colada, es recomendable dejar la puerta de la lavadora entreabierta.

Lavar, secar y guardar la ropa que dejas en casa te permite empezar desde cero al regresar, sin arrastrar tareas atrasadas. Además, dejar ropa húmeda o sucia en casa durante varios días puede generar olores y favorecer la aparición de moho, sobre todo en épocas calurosas. Es un gesto preventivo que, además, te da paz mental.

Limpia lo básico

Aunque no sea necesario hacer una limpieza profunda, dedicar unos minutos a limpiar las superficies más visibles, pasar la aspiradora y devolver las cosas a su lugar puede transformar el ambiente de tu hogar. El polvo acumulado, los objetos fuera de sitio o la suciedad en zonas comunes como la cocina o el salón pueden dar una sensación de abandono innecesaria al volver.

Manos de una chica utilizando un aspirador portátil para limpiar el sofá.

Aspirar alfombras y sofás, pasar un trapo por las mesas, despejar encimeras y recoger pequeños objetos es suficiente. Lo importante es que, al volver, la casa no te reciba con tareas pendientes ni con sensación de caos visual. Un entorno limpio ayuda a retomar la rutina con menos agobio y más claridad.

Lava las cortinas si tienes tiempo

Este paso es opcional, pero muy recomendable si las cortinas de tu casa son fáciles de desmontar y lavar. Durante semanas, acumulan polvo, humo, polen o grasa (si están cerca de la cocina), y suelen pasar desapercibidas hasta que el ambiente empieza a sentirse cargado. Lavarlas antes de irte permite que, al volver, notes el aire más limpio y el espacio más luminoso.

Si no puedes lavarlas todas, céntrate en las de las estancias principales o aquellas que más usas. Es un esfuerzo mínimo que da una sensación visual y olfativa de renovación, perfecta para acompañar el regreso.

Vacía la basura y revisa la nevera

Puede parecer obvio, pero a menudo se olvida en la prisa de última hora. Antes de salir, tira todas las bolsas de basura, limpia el cubo si es necesario y revisa la nevera para quitar todo lo que pueda estropearse:frutas, verduras, lácteos, embutidos o restos de comidas ya empezadas. Si algo se puede congelar, hazlo. Si no, es mejor desecharlo a tiempo.

Adiós al mal olor de la basura: el truco definitivo para darle a la cocina un aroma agradable

Evitarás olores desagradables, líquidos derramados o, peor aún, comida en mal estado. La cocina es el corazón de la casa, y volver a una nevera limpia y sin sorpresas desagradables es parte de esa bienvenida tranquila que buscamos después de unos días fuera.

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Dedicar un rato a esta rutina antes de irte puede parecer innecesario en medio de la vorágine previa al viaje, pero el impacto es enorme. Volver a una casa ordenada, sin olores, con la cama hecha, la ropa recogida y todo en su sitio cambia por completo el ánimo del regreso.

No necesitas hacer una limpieza profunda ni convertirlo en una mudanza. Puedes repartir estos pasos entre los días previos y adaptarlos a tu realidad. Pero cuanto más cuides tu casa antes de salir, más te cuidará ella al volver. Y eso, después de unos días fuera, vale oro.