En verano, es muy habitual que la basura huela mal incluso cuando no está llena. Con el calor y la humedad, los restos orgánicos se descomponen mucho más rápido y si hay pescado, carne, fruta pasada o incluso verdura, el olor puede aparecer en cuestión de horas.

Además del mal olor, también es posible que aparezcan moscas o pequeños insectos, sobre todo si los residuos están expuestos o no se tiran a tiempo. Y si la bolsa tiene alguna fuga, el problema se extiende al cubo, al suelo o incluso a la cocina en general.

Mantenimiento del cubo

La mejor forma de evitar el olor es sacar la basura con más frecuencia, incluso aunque la bolsa no esté completamente llena. En los días más calurosos, puede ser suficiente con vaciarla cada uno o dos días, especialmente si contiene restos de comida.

Un hombre tira más de media pizza a la basura. Freepik

También viene bien darle un repaso al cubo de vez en cuando. No hace falta volverse loco con productos caros. Con agua caliente y un chorro de vinagre o jabón es suficiente para dejarlo limpio. Lo importante es secarlo bien antes de poner una bolsa nueva, porque si queda humedad, los olores aparecen más rápido.

Otro truco que suele funcionar es poner dos bolsas en lugar de una, sobre todo si son finas o si tiras restos que sueltan líquido. A veces, colocar un poco de papel de cocina o de periódico en el fondo también ayuda a que no se formen charcos.

Trucos sencillos

Si esto no funciona, hay algunos remedios caseros que pueden servirnos de ayuda. Por ejemplo, echar un poco de bicarbonato en el fondo del cubo ayuda a absorber la humedad y a reducir ese olor tan molesto sin necesidad de químicos artificiales. También funcionan bien los posos de café secos, que dejan un aroma más agradable y cumplen una función similar.

Si tienes a mano limones o naranjas, sus cáscaras pueden ser una buena opción para disimular olores más fuertes. Basta con dejarlas en la parte inferior del cubo o dentro de la bolsa. Y si prefieres algo más aromático, puedes empapar un trozo de algodón en aceite esencial y dejarlo en la tapa.

Errores a evitar

Hay cosas que, sin querer, empeoran la situación. Una de ellas es tirar alimentos directamente a la bolsa sin envolver. En verano, lo mejor es envolver los restos más delicados, como pescado o carne cruda, en papel antes de tirarlos. Así duran un poco más y no desprenden tanto olor.

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También es buena idea revisar si la tapa del cubo cierra bien. Si queda algo abierta, el calor entra y acelera el mal olor. Y si el cubo está en una zona con sol directo o muy cerca de una ventana, lo ideal es moverlo a un sitio más fresco y ventilado. A veces, solo con eso, el problema mejora mucho.

Se trata de tener un poco de cuidado diario. No hay trucos milagrosos, pero con pequeños gestos como sacar la basura a tiempo, mantener el cubo limpio y evitar restos sin envolver, es factible mantener los malos olores bajo control. Sobre todo en verano, cuando el calor no perdona, merece la pena dedicar dos minutos para que la cocina siga siendo un sitio agradable.