Considerado uno de los actores más camaleónicos y conocido por su versatilidad en la interpretación, Gorka Aguinagalde destaca por su presencia tanto en teatro como en televisión y cine. Su popularidad creció con su participación en numerosas series y películas, donde exhibió su talento.
Además de su faceta actoral, Aguinagalde ha trabajado en doblaje y guionismo, consolidándose como una de las figuras más importantes de la escena del entretenimiento con una de las mayores capacidades de adaptación independientemente del medio.
Su sentido del humor es una de sus señas de identidad, y podemos verlo actualmente con su presencia en el programa RH+.
¿Recuerda el momento en que se dio cuenta de que hacer reír a la gente podía ser más que una afición, incluso, una carrera?
-Sí, hace poco me encontré con una andereño de la ikastola y me dijo: “Gorka, ¿qué tal?” Y le dije: “Pues mira, haciendo lo mismo que hacía en tu clase cuando me echabas al pasillo, pero ahora me pagan” (risas). Siempre he sido muy payaso, desde pequeño. La verdad es que he tenido muy claros mis gustos, mis aficiones y a qué quería dedicarme. Siempre me ha gustado la interpretación, dibujar y la música. Lo he intentado por todos lados.
Ha trabajado en teatro, televisión, música y cine. Si tuviera que elegir solo una de esas facetas para dedicarse a ella durante el resto de su vida, ¿podría?
-Bueno, solo una sí. Al final, en cuanto a dibujar, ahora dibujo poco, pero me he ganado la vida con ello. Llega un momento en el que no puedes con todo. Entonces, sobre todo, soy actor.
Euskadi tiene una rica tradición cultural y humorística. ¿Cómo influye su entorno en su trabajo, y cómo integra esa cultura en sus personajes y presentaciones?
-Uhm, a mí la verdad es que no me gusta poner etiquetas de humor vasco, humor andaluz, humor catalán… El humor es humor, ¿no? Pero sí que es verdad que lo suyo es nutrirse. Como cómico me nutro de lo que vivo día a día. Al final tiras de cosas más locales y más de aquí, porque yo creo que eso es clave a la hora de jugar con la verdad dentro de la comicidad. Entonces, estoy trabajando todo el día, cuando me cruzo con alguien me fijo en cómo se mueve, cómo anda, cómo habla… (risas). Es importante fijarse en lo de alrededor.
De hecho, y como ha comentado que está constantemente trabajando, en algún momento tendrá que desconectar, ¿no?
-Bueno, constantemente no, esto es como una montaña rusa. Lo que pasa es que suele pasar que en algunos momentos tienes mucho, y de repente no tienes nada. Yo lo que sí procuro es generar. Nunca he esperado a que me llamen para una película o serie; si no, pues escribo un monólogo o una obra de teatro. Hay que generar, hay que moverse.
A lo largo de su carrera, ¿ha habido algún papel o proyecto que le haya desafiado de una manera inesperada? ¿Cómo superó esos desafíos?
-Cualquier reto para la interpretación, cuanto más difícil sea, es mucho más apetecible. Lo bueno de un actor es meterte en la piel de un personaje que se aleje mucho de ti. Eso te pone las pilas y necesitas esforzarte más, y eso también lo hace más satisfactorio.
El éxito puede llegar con muchas expectativas. ¿Cómo maneja la presión y las críticas que vienen con la fama?
-El éxito, puf, yo ya tengo una edad… El éxito no te creas que es lo que busco. Esto es como el surf, lo que hay que intentar es mantenerte en la tabla y llegar a la orilla. Hay olas grandes y olas pequeñas, pero lo más importante no es el éxito. Lo más importante es estar contento con tu trabajo, en el que hayas dado el 120%. Luego hay un montón de factores que pueden influir. Entonces, lo primero es esforzarse y disfrutarlo, que por algo hago lo que me gusta.
TRAYECTORIA
Actor, humorista y presentador entre otros, Gorka Aguinagalde posee una destacada trayectoria en cine, televisión y teatro. Originario de Gasteiz, comenzó su carrera en los escenarios, donde desarrolló su talento cómico y versatilidad interpretativa.
Su salto a la fama llegó con la serie Vaya Semanita en EITB, donde sus personajes y sketches cómicos lo convirtieron en un rostro muy conocido y querido en Euskadi.
A lo largo de los años, Aguinagalde ha participado en series de éxito como Allí Abajo y Los Hombres de Paco. Además, en cine ha trabajado en películas como Ocho apellidos vascos y Que baje Dios y lo vea. Aparte, mantiene una activa carrera teatral con Bilbao 1984, Un asunto de txapelas y, actualmente, se encuentra presentado RH+, un infoshow de ETB2, demostrando su capacidad de adaptación.
En el mundo del entretenimiento, la autenticidad es clave. ¿Cómo se mantiene fiel a sí mismo en una industria que a veces puede llegar a ser algo superficial?
-Mira, está bien la pregunta (risas). En este mundillo yo creo que no hay zona intermedia. O hay gente muy auténtica, maja y normal, o hay gente cuyo problema lo tienen ellos al creerse con esos egos enormes. Yo tengo la suerte de no tener ese ego y tener los pies en la tierra. Y repito, teniendo en cuenta que soy un privilegiado. Hay gente que no tiene trabajo o que está trabajando en algo que desprecia. Yo amo mi profesión, a mí no me suena el teléfono para ir a trabajar. Me levanto encantado.
Si pudiera darle un consejo al Gorka que estaba empezando en el mundo del entretenimiento, ¿qué le diría?
-Le diría que es duro pero que merece la pena. Es un trabajo de pasión, tienes que disfrutarlo y pelear por ello. Sobre todo, que no sea nunca por ti, porque no te has esforzado lo suficiente. Porque luego, como digo, hay tantos factores que te pueden ayudar o te pueden hundir... Si te caes, levántate. Si realmente es lo que te gusta, a por ello.
¿Quizá esta filosofía le ha ayudado a enfrentarse a los prejuicios sobre su trabajo que haya tenido que desmentir?
-¿Desmentir? Hay cierta gente que piensa que este trabajo es fácil, no es fácil. Nadie te regala nada y hay gente que solo ve la parte bonita, pero eso puede pasar en otras profesiones, ¿no? Lo que hay es un trabajo previo por detrás que, cuando llegas, te puedes encontrar a ese tipo de gente que te dice: “Qué bien te va en la fama”. Yo no trabajo para que me conozca la gente por la calle. De hecho, prefiero que no me conozcan (risas). Yo trabajo para vivir y para disfrutarlo.
Por último, ha trabajado con muchos artistas a lo largo de su carrera. ¿Hay alguna colaboración que recuerde con especial cariño o que le haya marcado profundamente?
-Bueno, yo siempre digo que mi anai haundi es Karra Elejalde. Yo de Karra he aprendido mucho, he trabajado con él varias veces, somos amigos y siempre me enseña algo. Cada vez que trabajo con Karra, digo: “Qué monstruo es”. Yo de mayor quiero ser como Karra (risas).