Su nombre, Lendakaris Muertos, es un homenaje a uno de los grupos pioneros del punk, Dead Kennedys. Comenzaron su andadura hace veinte años, y lo celebran en 2024 con nuevo disco, Mucho asco (casi) todo, y gira, Dándolo (casi) todo. En realidad, desde que empezaron a tocar nunca han parado. Aunque en sus inicios su humor no se entendiera del todo y los apedrearan en más de una ocasión. Ahora, son ya parte de la cultura popular, a la que han aportado canciones y lemas como “ETA, deja alguna discoteca” o la iconografía que los representa, el Oso Panda, una enorme mascota de dos metros que los acompaña sobre el escenario. Sus conciertos se convierten en una fiesta, en la que toma parte un entusiasta público de todas las edades. El nuevo disco es puro lendakarismo, velocidad y gamberrada, y llega con dos novedades: la canción más corta de la historia (menos de un segundo) y el regreso de Asier Agirre, uno de los miembros fundadores. De (casi) todo ello, hablamos con Aitor Ibarretxe, el cantante de la banda pamplonesa.
Su nuevo disco se titula Mucho asco (casi) todo. ¿Qué es lo que se salva en ese paréntesis?
-Buena pregunta, pero yo creo que lo hemos puesto solo para quedar bien. Realmente no teníamos título para el disco y hemos cogido el de una de las canciones, la que queríamos que fuera la del récord, la más corta de la historia.
Esa canción no dura ni un segundo. ¿Cómo se les ocurrió la idea?
-La hizo Asier, que es muy fan de Napalm Death, quienes tenían hasta ahora el récord, con un tema de 1,3 segundos. La nuestra dura algo menos, pero tiene su instrumentación, su letra…
Otra de las novedades es, precisamente, la vuelta al grupo de su hermano Asier, después de diez años…
-Yo se lo propuse hace un par de años y él al principio dudaba. Le dije que se lo pensara y finalmente aceptó, fue todo muy natural. Al final, la música es nuestra pasión. Nos quedan quince años para la jubilación (bueno, seguro que son más), así que la idea es disfrutarlos. El grupo está consolidado, nos gusta tocar en directo y grabar discos, y mejor eso que ir a la obra.
¿Hay más novedades?
-Después de grabarlo me di cuenta de que era la primera vez que no hablamos de drogas, al menos explícitamente. Lo demás es lo de siempre: política, violencia, temas sociales... Es lo mismo, con veinte años más.
¿Se siente más cómodo, más protegido, de nuevo con su hermano gemelo en el grupo?
-Sí. Además, en el grupo somos dos parejas de hermanos, Potxeta y Jokin también son hermanos. Para lo bueno y para lo malo.
¿Y cómo queda el quinto lendakari, Iván, en esa situación?
-Iván podría ser nuestro hijo.
En sus conciertos también se ve gente de todas las edades.
-Al principio, cuando empezamos a tocar, iban a vernos solo cabezones, todo tíos súper jóvenes, después se empezaron a ver más chicas, más tarde gente de todas las edades. Muchos de esos cabezones del principio ahora tienen hijos y vienen con ellos. Yo creo que somos afortunados y privilegiados, por tener una base de fans que se va renovando. También hemos notado que nuestro público es cada vez más multiétnico…
Han hecho, por cierto, giras por Colombia, Ecuador, Argentina… ¿Se entienden allí algunos de los guiños y referencias locales que suelen usar?
-A veces nos preguntan. En Bogotá una vez vino un chaval con un montón de dudas apuntadas en un cuaderno: qué es ikastola, qué es amatxo…
Al final, el sentido del humor es universal. Esa ha sido siempre una seña de identidad de los Lendakaris, a veces incluso parece una parodia del punk.
-Sí. El grupo, de hecho, empezó con bromas que solíamos hacer en la cuadrilla, sobre todo con el tema de la política, que hay mucha gente que se lo tomaba demasiado en serio, más en aquella época, hace veinte años. Por eso y porque nos gustaba el punk. Juntamos las dos cosas. Sí que es cierto que a un grupo de rock o de música en general, si haces humor, no te toman tan en serio. Por ejemplo, un grupo como Ojete Calor, que a mí me gusta mucho, y que seguro que mucha gente conoce sus canciones, pues seguramente dentro de veinte años, cuando hablen de los grupos de esta década, nadie los citará, porque si te dedicas al humor se le quita importancia a lo que haces. Pero al final, al menos al nivel que estamos nosotros, todo lo que hay detrás del grupo tienes que manejarlo con seriedad, con compromiso, porque, si no, no funciona bien. En ese aspecto los Lendakaris somos muy serios.
A ustedes les costó mucho que les entendieran, algunos no captaban la ironía de algunas canciones como Gora España!
-Sí, luego la gente ya fue entrando, pero sí, al principio tuvimos problemas, nos tiraron piedras varias veces. Pero como todavía no había redes sociales eso no se sabe o se olvida. Seguramente muchos de los que estaban apedreándonos entonces son fans ahora. De hecho, yo conozco a alguno que hasta nos ha pedido perdón…
¿Se puede decir que Lendakaris sigue la estela de un tipo de grupos como Tijuana in blue, con un humor gamberro, algo brutote, muy navarro?
-Un conocido solía decirme que Tijuana in blue era como el fútbol, que la gente iba a sus conciertos a desahogarse. En nuestros conciertos pasa algo parecido.
Además, Jokin y Potxeta tocaron en el grupo. Y usted y su hermano son familia del difunto y añorado Eskroto o Gavilán, el cantante de Tijuana in blue y de los Huajolotes.
-Sí, somos primos. Eskroto era mi héroe, era un tío muy especial, todo el mundo lo sabe, de los que hay pocos. Y un artista. La parte pública que se conocía de él era solo una parte muy pequeña de lo que era como persona. Y sí, me gustaba mucho todo lo que hacía.
Las perfomances en directo, el espectáculo sobre el escenario, con el oso, usted interactuando con el público... ¿también viene de ahí?
-Sí. Cuando hicimos el grupo metimos todo eso porque yo recuerdo que iba a muchos conciertos de rock y me aburría, a no ser que fuera muy fan, y echaba de menos algo de interacción, un poco de peligro, también, y creo que nosotros ofrecemos todo eso.
¿Tiene nombre ese oso?
-Sí, Edu. Como el monstruo de Iron Maiden se llamaba Eddi, nosotros al nuestro le pusimos Edu. Lo tenemos solo desde hace siete años.
¿La gira de celebración de estos veinte años de carrera va a tener también novedades?
-Sí, tocaremos canciones de los primeros discos que no tocamos hace tiempo. En realidad, siempre hemos metido canciones de todos los discos, pero cada vez va siendo más difícil hacer el repertorio porque tenemos ciento y pico temas… También habrá una escenografía un poco más cuidada, con más elementos… Pero bueno, iremos viendo, lo que la gente pida. Será un Grandes Éxitos.
Cultura popular
La portada de Mucho asco (casi) todo es obra del ilustrador madrileño Mario Riviere. En ella vemos a otro Lendakari, Pedro Sánchez, al que la banda reconoce como un superviviente, capaz de salir vivo, haciendo malabarismos, de cualquier situación, y al cual homenajean y atizan al mismo tiempo en uno de los temas, Sanchista y jujano. Creen más que probable que este tema, o la portada, llegue a oídos del presidente. No sería la primera vez que algunas de las dianas de Lendakaris Muertos reaccionan ante sus zarandeos, la mayoría de las veces con deportividad, como Pablo Echenique, a quien también dedican otro tema en su nuevo trabajo. Pablo Iglesias también suele citarlos a menudo. Lendakaris Muertos forma parte ya del acervo popular, al que han contribuido con algunos de los estribillos de sus canciones, como “ETA, deja alguna discoteca”, u expresiones que aparecen en otras, como las ojeras farloperas de “Oso Panda”.