Treinta y ocho años de andadura avalan la trayectoria del Zuen Etxea, un restaurante de Gorliz donde el mar desembarca sus mejores productos, muchos de ellos locales. Y siempre avalados por la primera calidad, que constituye el santo y seña de la casa.
A su cocina llegan en temporada caprichos del mar únicos por su sabor, desde bogavantes y langostas hasta percebes, quisquillón, gamba moruna... El bonito lo embotan en casa, como el salmón. Y durante todo el año ofrecen reyes y besugos.
Además, dentones, sampedros, cabrachos, lenguados y rape son asiduos en su comedor. Allí, la variedad de pescado es extensa, con numerosas sugerencias fuera de carta.
En cuanto a carnes, brillan por méritos propios en el paladar las chuletillas y mollejas de cordero de Aranda. Y de la huerta les llegan en su momento óptimo delicias como los perretxikos –que ya van tocando a su fin–, guisantes frescos, tomate, espárragos, alcachofas, etc.
El colofón dulce al ágape lo pone la repostería casera. Las tostadas dan fe de ello.
Igual de exquisita es su extensa bodega, con vinos incluso internacionales, procedentes de Sudáfrica, Australia... Compuesta por un centenar de referencias seleccionadas de vinos, cavas y champagnes, incluye curiosidades como los blancos de Chequia y Eslovenia.
Tan cuidado como el género que llega a sus mesas es el ambiente que se respira en sus comedores, con el sello de Verno y su estilo moderno, elegante y distinguido, donde juegan con la luz para dar carácter al espacio. Cuenta con un salón interior para 30 pax, otro para 20, un txoko para 10 y dos terrazas, para 25 y 100 personas respectivamente.
Todo buscando un valor diferencial que los paladares exigentes saben apreciar.