El nuevo Gernika acumula trabajo después de que echara a rodar el pasado día 17, fecha en que se presentó en sociedad en Urbieta. Un conjunto foral que se ha reseteado de cara a su quinta temporada consecutiva en Segunda RFEF y que ha tomado nota de la pasada campaña, en la que sufrió mucho más de lo esperado y en la que tuvo que esperar a la última jornada de liga para asegurarse la permanencia gracias a su victoria sobre la Real Sociedad C. La dirección deportiva liderada por Aitor Larrazabal, que cumple su segundo curso en el cargo, ha dado un golpe de timón al proyecto condicionado por las limitaciones económicas, por la marcha de Gorka Iraizoz como entrenador y por la imposibilidad de retener a futbolistas referencias, como los casos de Jon Larrauri y Mikel Arzalluz, que se han comprometido con el Terrassa y Amorebieta, respectivamente. De esta manera, Larrazabal ha reseteado su idea, comenzando por el banquillo, para que el ha apostado por el joven Jabi González, que salta tres categorías después de haber cerrado su etapa en el Ugeraga, equipo de la Regional Preferente. Una decisión arriesgada la que ha tomado el excapitán del Athletic, que confía en el perfil del que fuera pupilo suyo en el Gatika y que llega a Urbieta con una inmensa hambre de hacer muy bien las cosas en un reto exigente.

Así las cosas, el Gernika se vuelve a examinar en un grupo que ha subido de exigencia con la incorporación del Amorebieta y del Sestao River, descendidos de Primera RFEF, y el mismo Basconia, ascendido de Tercera RFEF, sin olvidarse del Real Unión, de la SD Logroñés y de la UD Logroñés, equipos aspirantes a lo máximo. El club que preside Koldo Zabala asume la realidad y su objetivo es no pasar apuros, por lo que la dirección deportiva quiere mezclar experiencia y juventud en una plantilla que se debe hacer fuerte en casa. Larrazabal ha consumado las renovaciones de pesos pesados como los defensas Koldo Berasaluze (33 años) y Jon Agirrezabala (29), los más veteranos del plantel; los también zagueros Xabi Arberas y Ander Lorente, junto a Iker Bilbao, que regresa de su cesión a la Cultural de Durango. También continúan un curso más los centrocampistas Iñigo Baqué, recuperado de una grave lesión; Gorka Agirre, que también ha pasado por un proceso de recuperación tras ejercer en el Formentera; Unai Vélez y el canterano Paul Auzkoa, además del guardameta Gorka San Nicolás.

Renovaciones que se suman a los seis fichajes anunciados por la entidad vizcaina hasta la fecha. Se trata del joven guardameta Oier Ariznabarreta, que procede del Basconia; del lateral derecho Oier Kortazar, que llega a Urbieta desde el Arenas juvenil; el defensa Beñat Gómez, que ha completado una buena temporada en el Santurtzi; los centrocampistas Antton Fruniz, que regresa al Gernika después de haber jugado la temporada pasada primero en el Teruel y posteriormente en el Guijuelo, en ambos casos en Segunda RFEF; Iker Morales, que recala desde la SD Logroñés; e Izan Gutiérrez, que se curtió el último año también en el Guijuelo. Refuerzos que aportan aire fresco al colectivo foral, que, sin embargo, tiene el foco puesto en conseguir piezas ofensivas, ya que a día de hoy no cuenta con ningún delantero nato tras las salidas de Arzalluz, Ander Pacheco y David Nates.

Amistosos

Te puede interesar:

A la espera de cerrar nuevas operaciones en las próximas fechas, el Gernika ya tiene perfilado el calendario de partidos amistosos que se disputarán todos ellos en agosto. Abrirá el programa el día 2 con el enfrentamiento en Unbe ante el Eibar B, el día 9 visitará Urritxe para enfrentarse al Amorebieta, lo que se entiende como una especie de derbi vecinal; el día 16 juega en Sarriena ante el Leioa, de Tercera RFEF; el día 20 espera rival en Urbieta en la Copa Federación; el 23 se mide en Ibaiondo al Derio y cierra el calendario en Ibarra ante el Aretxabaleta.