La familia del Dinamo San Juan brindó el pasado sábado, con motivo de las fiestas patronales del barrio santurtziarra y con motivo del reencuentro anual de exjugadores de la entidad, un emotivo homenaje a Carlos Alba, leyenda del club morado fallecido tres meses atrás a los 66 años de edad a causa de un cáncer. En el acto, que contó con la presencia de su viuda Salo y su hijo Mikel, se procedió a la inauguración de una placa en la tribuna del campo con la leyenda "Carlos Alba, lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad, 1973-2025", al mismo tiempo que se bendijo en la sede del club una retrato de Alba que inmortaliza la hazaña del ascenso a la antigua Preferente en 1999.
El homenaje reunió a varias decenas de exjugadores, extécnicos y exdirectivos del club, además de a los miembros de la actual Junta Directiva que preside Alex Díaz Bonilla, junto a aficionados, que no dudaron en acompañar a la familia y allegados de Carlos Alba, para después extender el reconocimiento a la leyenda del club por las calles del barrio San Juan y poner la guinda con una comida de fraternización en la que se dio rienda suelta a un sinfín de recuerdos en torno a la figura de Alba y de otros éxitos cosechados por el Dinamo a lo largo de su medio siglo de existencia.
Alba, conocido también como el apodo Biri Biri, se había convertido en una leyenda del Dinamo, del que formó parte poco después de su creación en 1973, entonces en categoría juvenil, para en un plazo corto integrarse a su plantilla senior y en la que la dejó una imborrable huella en sus campañas en el primer equipo, con el que consiguió el primer ascenso en la historia del Dinamo a Primera Regional.
Tras colgar las botas, Carlos Alba, una persona muy querida por su cercanía y entrega, inició su periplo como entrenador del Dinamo, cargo en el que empezó a escribir páginas inolvidables con un nuevo ascenso a Primera Regional en la temporada 1988-89, para ya en una segunda etapa en el mismo banquillo hacer más historia con el primer ascenso de la entidad de San Juan a la antigua Preferente, la actual División de Honor, en el ejercicio 1998-99, hito por el que el club le brindó el año pasado un emotivo homenaje al cumplirse el vigésimo quinto aniversario de aquella gesta.