A falta de tres jornadas para el final de liga el Amorebieta consumó matemáticamente su descenso de Primera Federación con su derrota en el derbi en casa del Barakaldo. Una pena. La palabra fracaso puede resultar demasiado dura para el equipo que empezó entrenando Julen Guerrero y acabó liderando Natxo González, pero los números cantan y los azules solo han conseguido vencer en una sola ocasión fuera de Urritxe y fue la semana pasada en el Johan Cruyff frente al Barça B, cuando la suerte ya estaba echada. Es un dato capital que ha hipotecado por completo al Amorebieta a lo largo de todo el curso. Además, hay que recordar que el conjunto vizcaino ha vivido durante toda la temporada en puestos de descenso, a excepción de cuando en la quinta jornada venció al Ourense (2-0).
También han pesado demasiado los datos que ofreció el equipo en el primer tercio de liga, en el que Julen Guerrero estuvo en el banquillo. Diez jornadas, casi un tercio del campeonato, que acabó con tan solo seis puntos, una sola victoria y colista empatado con un Ourense que sí que cogió la ola buena y a día de hoy es octavo a cuatro puntos del play-off. La propuesta futbolística del técnico de Portugalete era muy digna, con el balón como protagonista, y con una plantilla con mezcla de juventud y veteranía, pero ni el terreno de juego ayudaba, ni la exigente competición en un mal arranque hizo propicia la aventura del exjugador del Athletic.
Después, con Natxo González, el Amorebieta cerró la primera vuelta con quince puntos en su haber, solo tres triunfos. Así que en la segunda ronda los azules han sumado los otros diecisiete puntos pero todavía cuando faltan tres jornadas por disputarse. Los números han mejorado pero no lo suficiente. El cambio de técnico surtió efecto pero no el deseado para salir del pozo de la tabla y el Amore solo logró hacer la goma pero sin llegar a escapar de los puestos de descenso.
Dos descensos seguidos
Quizás, a principio de temporada, las expectativas de los azules también pudieran ser altas. Se volvía a Urritxe. A casa. Donde mejor se reconocen los colores. También el aficionado de los azules tenía en la retina la historia reciente: el anterior descenso del Amore de la LaLiga Hypermotion, hace tan solo dos cursos, había desembocado en un nuevo ascenso a la división de plata. Esta vez la historia no ha sido así y ha resultado todo lo contrario. Por lo que el Amore desciende de forma consecutiva en dos cursos. Una mala noticia que para colmo llega en el año de la celebración del centenario.
También se puede achacar el fracaso a demasiadas novedades en el plantel (solo repitió el portero Marino), además de las caras nuevas en el cuerpo técnico y en la dirección deportiva. Las salidas de Pipi Nakai y Julen Jon Guerrero y las llegadas de Masllorens, Javi Sola, Eric y Vicandi dieron un giro que no fue suficiente. Un comienzo errático y los números como foráneo dibujan el verdadero diagnóstico de su fracaso.